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Reportaje:

¿Le compraría a este hombre un coche usado?

Una constante de la sociedad española en los últimos años parece ser el paulatino desapego por la vida política. Pasados los años heroicos de la transición, el bienestar económico, los escándalos de corrupción y el alejamiento de los políticos de los intereses prioritarios de los ciudadanos han provocado un efecto curioso en la práctica democrática: parece que los partidos políticos tienden a primar cada vez más la imagen frente a la argumentación, en la creencia de que los ciudadanos, poco interesados de la vida política, no quieren propuestas sino impactos, meras imágenes para resumirles una situación. Son los partidos y los medios de comunicación los encargados, en este contexto, de ofrecer elementos de juicio al ciudadano, presuntamente desinteresado por el devenir político. Así, hay dos factores que se han instalado con firmeza en el centro del debate político, los sondeos y la política de frases. El primer elemento, capital para entender las últimas campañas electorales, los sondeos, parece determinar la agenda de los políticos implicados en la campaña. Los sondeos preelectorales ofrecen, en teoría, una imagen fiel de lo que piensa la sociedad. Por eso, los políticos tienden a ceñirse a lo que dicen los sondeos, abrazándose a ellos si van bien ("los españoles respaldan nuestra política") y rechazándolos con vehemencia si no les son favorables ("vamos a derrotar a los sondeos"). Los sondeos determinan, en gran parte, las claves de la campaña: mientras las predicciones meteorológicas, por ejemplo, no afectan al tiempo real, los sondeos sí afectan a la política. El otro factor, la política de frases, deriva de la afición de los políticos a intentar resumir su política en una frase, un mensaje concreto y fácil de entender, todo en aras de facilitar la recepción del mensaje a una ciudadanía alejada de la política. Por ello, el gobierno sintetiza en una frase los efectos de sus medidas ("España va bien") y la oposición redefine el mensaje en términos poco elogiosos ("España va bien para los amigos de Aznar"). Esta estrategia, obviamente derivada del mundo de la publicidad, donde de lo que se trata es de vender algo a alguien, está íntimamente relacionada con el quehacer diario de los medios de comunicación, que se encargan de sintetizar lo más importante (muy a menudo, lo más novedoso) de la información transmitida por el político. Esto haría, aparentemente, que el ciudadano, en la lucha de slogans, de mensajes e informaciones opuestas (cada partido tiene su público), pueda formarse una opinión, que luego se vería refrendada en los lemas electorales utilizados en la precampaña. Los lemas de los partidos en estas elecciones son un claro reflejo de su situación política, tanto en la Comunidad Valenciana como en el conjunto de España. Además, los partidos nacionales utilizan el mismo lema de precampaña electoral para las tres elecciones en juego (municipales, autonómicas y europeas), aunque el lema se adapte en el caso de las elecciones municipales. Los partidos intentan diferenciar así la política dirigida a grandes colectivos (Europa, la Comunidad Valenciana) de ámbitos más restringidos (los municipios) donde los ciudadanos sí tienen a su alcance ejemplos tangibles de los efectos, positivos o negativos, de la política de los partidos. Por eso, en el caso de las municipales tiende a destacarse más a los candidatos, especialmente si éstos vienen avalados por una buena gestión, siguiendo la filosofía de que "la palabra conmueve, pero el ejemplo arrastra". Los partidos específicamente valencianos, por su parte, utilizan también un slogan general para las elecciones, si bien en este caso la propaganda política está circunscrita al ámbito de la Comunidad Valenciana. Todos los mensajes analizados tienen en común dos cosas: la primera, como es obvio, persiguen un objetivo (el voto) a través de una serie de estrategias; la segunda, todos los partidos políticos tienen un mensaje positivo que ofrecer al electorado, quizás por la obligación de ir más allá de la mera crítica al enemigo. Por eso, los lemas muestran generalmente una visión edulcorada del propio partido o candidato, sustituyendo a un programa electoral del que pocos han oído hablar. El Partido Popular, a lo largo de la precampaña, ha utilizado dos lemas. El primero, "Garantía de futuro", tiene por objeto resaltar la solidez del Gobierno y sus medidas para los ciudadanos. El PP se cree ganador absoluto, como no paran de recordarle los sondeos, y por eso no sólo se presenta como una alternativa fiable, sino virtualmente como la única posible. Si en la última campaña el PP ofrecía "Soluciones", ahora completa el círculo con un lema complementario, en el que de lo que se trata es de seguir ofreciendo soluciones para el futuro, coincidiendo parcialmente con lema electoral de los años dorados del partido socialista: "Vota futuro, vota PSOE". El segundo lema electoral utilizado por el PP se complementa también con el anterior: "Estamos haciendo la Comunidad que todos queremos: La mejor". Este segundo lema bebe claramente de las fuentes del "España va bien", lema oficioso del PP en sus años de gobierno. Y se deriva, incluso, de la publicidad institucional de la Generalitat, "Anem a més". Pero aquí se va aún más lejos, ya que la Comunidad no sólo va bien, sino que va aún mejor que el resto de comunidades, y aún más: es inmejorable. El PSOE ha escogido un lema ambivalente, "Contigo", que puede referirse al clásico slogan "contamos contigo" (buscando en este caso la implicación del electorado) o bien trata de resaltar la cercanía del partido al electorado ("contigo al fin del mundo"). Es un slogan que se refiere al futuro ("puedes contar con nosotros"), acercándose así al objetivo de la propaganda del PP, y que también sigue la estrategia popular de utilizar lemas de una sola palabra ("¡Ahora!" en 1993; "Soluciones" en las últimas municipales), pero que, fundamentalmente, trata de acercarse al ciudadano, puesto que la apelación ("contigo") es directa, con lo que entra en estrecha relación con el slogan de Esquerra Unida ("Treballem per tu"). Esquerra Unida ha escogido un lema general que puede aplicarse a cualquier situación, similar al del PP en este aspecto. El slogan general es "Trabajamos por ti", unido a una referencia a la localidad o comunidad de la que se trate. Por ejemplo, "trabajamos por Alicante, trabajamos por ti". Si es parecido al del PP en la forma de elaborar el lema, EU se acerca al propósito del PSOE en la cercanía al ciudadano, algo justificado al tratarse de un partido minoritario en la mayoría de los ayuntamientos y en la Generalitat. De lo que se trata es de mostrar a los habitantes de cada municipio la eficacia y el trabajo de los concejales y representantes de EU. La referencia al trabajo, por último, es una de las constantes en la propaganda electoral de un partido que, en principio, sigue la dialéctica de trabajadores frente a empresarios en la línea de un antiguo lema electoral del PCE: "Pon tu voto a trabajar". Unión Valenciana: el lema general de las elecciones autonómicas de UV, "Ara més que mai", es en parte idéntico al lema utilizado por el CDS en 1993 ("ahora más que nunca, el centro es necesario"), y persigue quizás el mismo objetivo: presentarse como un partido bisagra necesario para la gobernabilidad en la Comunidad (referencia directa al anterior pacto de legislatura con el PP). Por lo demás, tampoco se sabe muy bien por qué es precisamente en estas elecciones cuando, "Más que nunca", es necesario apoyar a UV, excepto si tomamos el mensaje como un intento de asimilar UV a otros movimientos nacionalistas que, en teoría, han salido muy beneficiados de su relación con los partidos estatales. El lema de UV apela al corazón del electorado, presentando implícitamente la situación política como crucial para la Comunidad. Finalmente, el lema está también relacionado con el del PP en las generales de 1993, "¡Ahora!", si bien "Ara més que mai" parece más acuciante para el electorado, porque de "ahora más que nunca" puede concluirse fácilmente: "Ahora o nunca". Bloc Nacionalista: Se aprecia un cambio en la estrategia del Bloc ("L"opció decisiva"), puesto que se abandonan mensajes como el de las últimas elecciones ("Métele un gol al centralismo") o el de la campaña de enfrentamiento al PP en el 95 ("No perdrem el País"), enfocados con mayor rotundidad a la oposición entre el País Valenciano y España. El Bloc se enfrenta al desafío de superar el límite del 5% de los sufragios para obtener representación en las Cortes Valencianas, algo que también se refleja en su lema "l"opció decisiva". Tras quedarse Unitat del Poble Valencià a las puertas de la representación en las anteriores convocatorias, la coalición hace referencia, paradójicamente, al "voto útil", en un intento de evitar precisamente lo contrario: que los votantes consideren que votar al Bloc es desperdiciar el voto. También podemos traducir este mensaje como una referencia a los pactos postelectorales en los que el Bloc podría ser necesario para gobernar (especialmente en los ayuntamientos), con lo que aparece implícitamente una vocación de partido bisagra similar a la de UV. En síntesis, los lemas electorales de precampaña no ofrecen demasiadas novedades respecto del desarrollo habitual de la política valenciana, puesto que, en líneas generales, se limitan a resumir con cierta fidelidad los postulados de cada partido, configurándose así como una síntesis de los objetivos de la política de frases. Lo que hay que preguntarse en este momento es si este tipo de propaganda electoral es eficaz para conseguir los votos del ciudadano, si realmente con un lema publicitario de este tipo es posible vender bien el producto. A este respecto, los expertos en marketing político avisan: "Un slogan no hace ganar unas elecciones, pero puede ayudar a perderlas".

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