En Ciutat Meridiana, con Gasull AGUSTÍ FANCELLI
Noveno día de campaña. Hoy: De Comité Central a Ciutat Meridiana. Informe de estrategias para la lucha revolucionaria. Firmado: Paco Frutos, secretario general del Partido Comunista de España (PCE); Antoni Lucchetti, coordinador general de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA); Jordi Gasull, candidato a la alcaldía barcelonesa por EUiA. El señor Gasull calza esta mañana gruesas sandalias con calcetines blancos. Todo un tipo. Triponcete. Manos grandes, ojos acuosos, rostro bondadoso, 55 años. Si hubiera que adjudicarle profesión por el aspecto, le ponía carpintero. Pero no es carpintero. Se ha dedicado durante mucho tiempo a la normalización lingüística, sector reciclaje de maestros. Desde hace seis años trabaja en la inserción laboral de personas con rentas mínimas. O sea que de carpintero, nada. El acto tiene lugar en el centro cívico Zona Nord, Ciutat Meridiana. En realidad debía celebrarse en la plaza Roja -no es choteo-, pero una desviacionista fiesta mayor lo impide. Público: 30 personas. Y qué, ellos a lo suyo. Antoni Lucchetti se pone de pie, agarra el micro y ya no lo deja en los próximos 40 minutos. Como si estuviera efectivamente en la plaza Roja, dice que ve entre el público a "gente del movimiento vecinal, comunistas, libertarios, grupos ecologistas, cristianos de base...". Mientras recontaba multitudes ha entornado los ojos. El suyo es un discurso clásico sobre cómo acabar de una vez por todas con el capitalismo y sus plusvalías por el acreditado sistema de la lucha de clases. Palo al revisionismo, que aquí no ha pasado nada. Es la vez de Paco Frutos: 30 minutos. Él se centra en Europa, que, a su juicio, está hecha una birria. "Europa no puede estar a la altura de la bragueta de Clinton". Aplausos. Larga un discurso anti-OTAN elaborado, con apuntes. Concluye con un vaticinio: Iniciativa per Catalunya desaparecerá del mapa al modo en que lo ha hecho Nueva Izquierda, cuya presencia es hoy "residual". Le toca ahora al señor Gasull. Fíjense si es bondadoso que tras 15 minutos nos da la suelta. Habla de la privatización de suelo público, de participación y de que hay que cambiar las prioridades desde el Ayuntamiento. En un determinado momento se refiere a su intervención en el debate de Barcelona Televisió del jueves, pero le avisan de que esta cadena no se ve en Ciutat Meridiana... Los tres se han expresado en castellano. Los tres, con seseos notables y alguna duda de léxico, pues son catalanohablantes. En cambio, me digo, Santiago Fisas le da siempre al catalán y pasa serios apuros, pues lo conoce de forma vaga. Están locos estos romanos. Cuando se levanta la sesión en Ciutat Meridiana, algunos vecinos -de edad, es cierto- se dirigen a los oradores en catalán. Me meto en un bar cercano para reflexionar sobre esto. Por el televisor pasan L"informatiu de TVE, en catalán. Nadie lo mira. Salgo del bar más confundido aún. En la plaza Roja, la de verdad, perplejidades así no estaban toleradas.
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