La Unión abre el debate sobre la reforma institucional

ENVIADO ESPECIALCubierta la etapa de la moneda única y aprobados los presupuestos para los próximos siete años, la Unión Europea comenzó ayer la reforma institucional que dentro de 18 meses debe alumbrar cambios importantes en el Ejecutivo de la Unión y en el sistema de toma de decisiones para permitir la entrada de nuevos miembros. Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron en Colonia abrir este delicado capítulo de los equilibrios de poder que afecta al Ejecutivo comunitario, la Comisión Europea, y al verdadero órgano de poder, el Consejo Europeo, que forman los jefes de Estado y de Gobierno y los consejos de ministros. El Parlamento Europeo, como órgano de control, también deberá adaptarse para un futuro en el que los Quince pueden convertirse en 20 e incluso 25.

El debate que ahora comienza quedó pendiente tras el Tratado de Amsterdam. En aquella ocasión, varios países, entre ellos España, se negaron a ampliar el número de decisiones que se toman por mayoría cualificada, un paso imprescindible para acabar con la regla de la unanimidad que paraliza a menudo los trabajos de una Unión a quince y que haría imposible el funcionamiento de una Unión de más miembros.

Aunque la ampliación europea a los Estados del centro y el este de Europa puede verse afectada por la guerra de Kosovo -la UE deberá dedicar recursos a la reconstrucción de los Balcanes-, Alemania y Francia, como motores del desarrollo de la UE, desean emprender las reformas que faciliten la ampliación.

Aprobación en el 2000

Según el calendario que se ha fijado en la cumbre de Colonia, la presidencia finlandesa hará en los próximos seis meses un informe sobre las reformas que hay que introducir en la UE, que serán debatidas durante la presidencia portuguesa (primer semestre del 2000) y deberían ser aprobadas durante la presidencia francesa, en el segundo semestre del 2000.La reducción del número de comisarios afectará a los países grandes -como España-, que tienen dos comisarios y que renunciarían a uno de ellos para que todos los países puedan estar representados en la Comisión. En el Consejo se procederá a una nueva ponderación de votos para cada país y se estudia la introducción de una doble mayoría (votos y población representada).

La reforma institucional que ahora comienza busca reducir el déficit democrático del que se acusa a las instituciones de la UE y permitir que los países más decididos a construir una unión política y social, además de económica y financiera, puedan avanzar sin ser paralizados por la regla de la unanimidad.