Tarancón prepara la ampliación de los conciertos a todos los centros privados que estaban al margen

Más de una veintena de colegios privados,en su mayoría de las provincias de Alicante y de Valencia, ha solicitado su incorporación al régimen de conciertos con la Consejería de Educación. Según fuentes de la comisión de conciertos, la Administración del PP -que hasta ahora se había negado a financiar estos centros- decidió a finales de febrero avalar informes afirmativos para poder dar luz verde a los conciertos para impartir ESO después de las elecciones. Se trata de una decisión política, exclusiva del consejero Manuel Tarancón, y a la que en privado se oponen varios directores generales.

Según las solicitudes y los informes a los que ha tenido acceso El PAÍS, los centros privados que han solicitado el régimen de concierto para impartir Secundaria Obligatoria (ESO) y que, de entrada, han logrado un informe favorable son el Malvesía, de Llombai; el Santo Tomás de Aquino, de La Cañada; Las Colinas, de Real de Gandia; el María de Icíar, de Riba-roja del Túria; El Vedat, de Torrent; el Guadalaviar, de Valencia; y el Vilabella, también de Valencia, aunque éste último informe es negativo. En la provincia de Alicante, los solicitantes, que han sido respaldados políticamente por Educación son el Altozano y el Jesús y María, de Alicante; Aitana, de Elche; Jesús y María, de Orihuela; Peñafort, de Sant Vicent; Alonai, de Santa Pola; y La Purísima, de Torrevieja. El común denominador de todos estos centros, según la federación de enseñanza de CC OO (que no participa de la comisión de conciertos), es "el carácter religioso, algunos de ellos muy vinculados al Opus Dei, de estos centros", además de que cuentan con una distribución del alumnado por chicos y por chicas. "El hecho de que haya una separación por géneros, habla de que no son centros para la igualdad y la equiparación, sino todo lo contrario, mantienen la segregación", precisa Luis García Trapiello, de CC OO, quien resalta que, a juicio del sindicato, "la financiación de colegios elitistas, algunos de los cuales imparten clases de equitación o de natación, y cuentan con una clientela perteneciente a clases muy altas, no están pensados, precisamente, para mejorar las condiciones sociales de la zona, sino para segregar y proteger a los suyos". Según el sindicato, este tipo de conciertos "además, contraviene claramente el espíritu de la Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE)". En el título IV, artículo 3 de la LODE, se precisa que "tendrán preferencia para obtener un concierto aquellos centros que satisfagan las necesidades de escolarización, atiendan a la población de condiciones socioeconómicas desfaborables" o, aquellos que cumpliendo además los requisitos citados arriba "realicen experiencias de interés pedagógico". Dos características que, según CC OO, no se cumplen. La decisión, que corresponde exclusivamente al consejero de Educación, quien en las reuniones de febrero y de marzo dio instrucciones para que los informes fueran favorables, no es compartida, sin embargo, por todos los técnicos de la consejería. Según fuentes de la comisión, "en privado, varios directores generales han mostrado su rechazo a esta medida, que consideran un cesión a las presiones de algunos empresarios".