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Iberia y los pilotos reanudan la negociación con "el firme propósito" de cerrar el acuerdo

Iberia y los pilotos del SEPLA se encerraron ayer tarde en la sede de la compañía con "el firme propósito" de llegar a un acuerdo. Ambas partes se mostraron cautelosas y evitaron pronunciarse sobre la posibilidad de un pacto. La venta de filiales de la compañía es el principal escollo que separa las posturas de los pilotos y de la compañía, que se mostraban proclives a asumir que el conflicto se solucionara en los tribunales. Una batalla distinta, aunque no menos penosa, era la que libraban ayer los pasajeros de los aeropuertos contra los retrasos y las cancelaciones.

A pesar de que existe acuerdo en lo que concierne al convenio colectivo, compañía y pilotos trataban anoche de salvar las discrepancias existentes en cuanto a la segregación de activos. Tanto la compañía como los pilotos se mostraron ayer muy cautelosos y evitaron pronunciarse sobre las posibilidades de acuerdo, si bien fuentes del SEPLA afirmaron que hay "muchas ganas de solucionar el problema". La reunión se interrumpió sobre las once de la noche de ayer para que los negociadores cenaran y estaba previsto que volvieran a citarse en la sede de Iberia a la una de la madrugada de hoy para seguir las conversaciones.El principal escollo se encuentra en la segregación de activos, es decir, la venta de filiales de la compañía. En este asunto, los pilotos tienen derecho de veto, que fue recogido en el Plan de Viabilidad firmado en 1994. No quieren renunciar a este derecho, ni ponerlo bajo el arbitrio de los tribunales, según un portavoz del sindicato. No obstante, el jefe de la sección sindical, Juan José Arroyo, afirmó ayer que el SEPLA "acepta el reto de llevar la batalla a los tribunales, si no se produce el acuerdo".

Sin embargo, la compañía insiste en que todo es una cuestión de dinero. Afirma que piden 1.800 millones consolidables en nómina por renunciar a esa claúsula y otros 1.800 millones por aceptar la unificación de la flota. Según fuentes de Iberia, la compañía "no puede permitirse esas cantidades".

Si fracasara el intento de llegar a un acuerdo global, buscado tanto por la aerolínea, como por el Gobierno, la "única salida", según manifestó el martes el ministro de Industria, Josep Piqué, son los tribunales. Piqué ha advertido de que, si al final no es posible un acuerdo, "habrá que ir a los tribunales y tomar medidas sobre las que está trabajando el Gobierno, alguna de las cuales podría ser tratada en el próximo Consejo de Ministros". Estas medidas han sido calificadas por Piqué como "drásticas" y "excepcionales". No obstante, su homólogo de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se mostró ayer "altamente esperanzado" respecto a la firma de un acuerdo.

La otra batalla

En el frente aeroportuario, ayer el retraso medio en el aeropuerto de Madrid-Barajas era de 30 minutos a las 20.00 horas, se habían cancelado seis de las salidas programadas y 58 vuelos despegaron o aterrizaron con más de una hora de demora, según datos de AENA. Iberia anuló cuatro vuelos a Barcelona y uno a Bilbao. En el aeródromo barcelonés de El Prat hubo una de cal y otra de arena: si bien los vuelos con retraso disminuyeron respecto al día anterior, se produjeron más cancelaciones. Entre las doce de la noche y las cuatro de la tarde, cuando habían operado 323 aviones, habían sido suspendidos 14 despegues, cuatro más que el día anterior en ese mismo periodo. El índice de puntualidad era del 66% y el retraso medio de 18 minutos, informa Los problemas estos días en los aeropuertos canarios (con demoras medias de una hora en las llegadas y de 70 minutos en las salidas) llevaron al presidente Manuel Hermoso, de Coalición Canaria, a volver a criticar al presidente de Iberia, Xabier de Irala, y al ministro de Fomento: "Arias-Salgado deja hacer y no toma las medidas necesarias", informa Jaime Pérez-Llombet.

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Pese a este panorama, Arias-Salgado sigue nadando contracorriente y mantuvo ayer que los aeródromos funcionan "correctamente". "Las cosas ocurren en los aeropuertos, pero no están causadas por los aeropuertos", afirmó el ministro. El titular de Fomento cree que la solución no es fácil. "Hay restricciones en el espacio aéreo europeo que provocan retrasos por la congestión de corredores, y nosotros tenemos también congestión, exceso de programación y los problemas entre Iberia y los pilotos", explicó, informa Marifé Moreno.

Desde el PSOE, a través de su portavoz Alfredo Pérez Rublacaba, se opina que el "problema es su incapacidad y la única solución es que se marche", informa Isabel Salvador.

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