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Arzalluz llama a la banda a dejar las armas "ya" y rechaza su tutela

Xabier Arzalluz pidió ayer a ETA que "si ha de dejar las armas lo haga ya" y no pretenda instituirse en garantía armada de un hipotético "Estado vasco" o de su Constitución. El presidente del PNV quiso atajar las acusaciones de sometimiento a la estrategia de ETA que llueven sobre su partido y el Gobierno vasco, pero se sintió en la obligación de poner en paralelo su rechazo a admitir que la organización terrorista juegue ningún papel de tutela sobre la política vasca con uno de los motivos que llevaron a los nacionalistas, dijo, a no aceptar la Constitución española de 1978: que deja en manos del Ejército la defensa de la unidad territorial y del orden constitucional.Arzalluz, que ofreció en San Sebastián su primer mitin junto a Carlos Garaikoetxea desde la escisión de Eusko Alkartasuna en 1985, dedicó el resto de su discurso al PP y al PSOE, a los que Garaikoetxea había acusado antes de preferir la vuelta a la situación anterior a la tregua antes que aceptar la mayoría nacionalista. Arzalluz abundó en la idea y atribuyó a la "mala fe" la decisión de "vender alarma, malestar y miedo al futuro" cuando el País Vasco vive su primer año sin asesinatos ni secuestros.

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"Están presentando el acuerdo de Lizarra como la antesala del infierno", acusó; ese pacto no es más que "un resumen "ligth" del Plan Ardanza". "Nos están usando como conejillos para vender del Ebro para abajo que éste es un país maldito", denunció. Arzalluz sacó a colación el "impuesto revolucionario" de ETA para denunciar el que, a su entender, viene pagando el Gobierno español al francés en forma de diversos contratos millonarios. Acusó al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, de haberse constituido en "lobby" de los intereses franceses. El líder del PNV se remontó hasta el secuestro de Javier Rupérez para asegurar que su rescate "lo pagó íntegro el Gobierno" de la UCD.

"Cómplices de asesinos"

Tanto Arzalluz como Garaikoetxea mencionaron el caso Lasa-Zabala, al general Enrique Rodríguez Galindo, a José Barrionuevo y Rafael Vera, y los antecedentes franquistas en el PP, para defenderse de quienes les "han llamado cómplices de asesinos". Garaikoetxea recordó a los socialistas que han gobernado 12 años con el PNV y a la candidata Rosa Díez que viajó por todo el mundo como consejera del Gobierno vasco representando a quienes ahora llama excluyentes. Arzalluz la emparejó con Loyola de Palacio para afirmar que ambas "se visten de Isabel la Católica y hablan del País Vasco hasta en Málaga". Garaikoetxea afirmó que aceptarán "la paz de Mayor y Aznar" si la mayoría la vota, pero pidió el mismo compromiso en sentido contrario.

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