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Más de 100 presos de ETA han recuperado la libertad desde la declaración de tregua

El alto el fuego de ETA ya se está notando en las cárceles. Desde que el pasado 16 de septiembre la banda terrorista declarase la tregua, más de 100 reclusos sin delitos de sangre han salido a la calle. La mayoría -82 presos preventivos- por autos de libertad provisional de la Audiencia Nacional y el resto -23 penados- por decisión del Gobierno. Nunca en los últimos 10 años la cifra de etarras en prisión había bajado de 500, y ahora son 449. Según el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste Castillejos, los presos de ETA están viviendo la tregua con "tranquilidad y expectación".

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De forma callada, sin declaraciones públicas, los jueces de la Audiencia Nacional se están sumando al ambiente de tregua. Si antes del 16 de septiembre la inmensa mayoría de los detenidos por delitos conexos al terrorismo ingresaba en prisión directamente, ahora muchos de ellos pueden esperar el juicio en libertad. Las cifras a las que ha tenido acceso este periódico no dejan lugar a dudas. En los últimos 10 meses, los jueces de la Audiencia Nacional han dictado un total de 82 autos de libertad provisional -con o sin fianza- para otros tantos reclusos de la banda. Un número que se considera "espectacular" en fuentes de la lucha antiterrorista.Al margen del debate político -más caldeado ahora por la campaña electoral-, la alarma social ha disminuido sensiblemente. Hace 11 meses que ETA no mata -la última víctima fue el concejal del PP Manuel Zamarreño, asesinado el 25 de junio de 1998 en Rentería (Guipúzcoa)- y la declaración de tregua invita a la esperanza. No puede ser de otra manera tras 30 años de terrorismo y más de 800 asesinatos. "Los jueces", ha explicado a este periódico un experto antiterrorista, "están siendo sensibles a la ilusión de la sociedad".

Ambiente de calma

No es lo mismo dictar una libertad provisional días después de un atentado que en el actual ambiente de calma. Así que, según la misma fuente, "se está aplicando la prisión preventiva de forma más moderada, más en el tono que aconseja la Ley de Enjuiciamiento Criminal". Es el caso de algunos de los detenidos y encarcelados por su presunta vinculación con la red de finanzas de ETA o de los integrantes del comando de mugalaris (pasadores de frontera) capturados por la Guardia Civil en Hondarribia (Guipúzcoa). Unos y otros esperan juicio en libertad. A ninguno de ellos, en cualquier caso, se le acusa de haber cometido delitos de sangre.

El Gobierno, aunque en menor medida, también está reaccionando a la tregua. En dos sentidos: acercando presos a cárceles de Euskadi e informando favorablemente -a través de las juntas de tratamiento de las prisiones- para la concesión de terceros grados y libertades condicionales. Veintiún presos que se encontraban cumpliendo condena en cárceles de las islas, Ceuta y Melilla -muchos de ellos los más sanguinarios de la banda- fueron trasladados por Navidad a la península. Y otros 15, repartidos por distintas cárceles del país, se acercaron a Euskadi siguiendo distintos criterios: razones familiares, necesidades sanitarias o evolución positiva -alejamiento más o menos explícito de los dictados de la banda-. Además, fueron concedidos nueve terceros grados (régimen de semilibertad), 13 excarcelaciones por libertad condicional y una por suspensión de condena -el caso del etarra Esteban Esteban Nieto, enfermo terminal- .

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Si el pasado mes de septiembre, cuando fue declarada la tregua, el número de presos con condena era de 355, ahora son 341. Y si en aquel momento los preventivos sumaban 180, ahora son 108. Del colectivo actual de 449 presos -a fecha del viernes pasado-, 31 están condenados por algunas causas y pendientes de juicio por otras.

Hay que tener en cuenta que la disminución de presos de septiembre a ahora es más importante por cuanto que en estos 10 meses se han producido algunas detenciones. La más importante, la de Sergio Polo, Kepa Etxebarria y otros siete miembros más del comando Donosti. No cuentan, lógicamente, para elaborar este perfil las importantes detenciones de miembros de ETA -con José Javier Arizkuren, Kantauri, jefe de los comandos ilegales de ETA, a la cabeza- practicadas en Francia ya que aún no han sido extraditados.

La fotografía fija de las cárceles donde cumplen condena o esperan juicio presos de ETA refleja pues un ambiente sosegado. "De calma por la tregua y de expectación por lo que puedan deparar los resultados electorales en el País Vasco", según Ángel Yuste, director general de Instituciones Penitenciarias.

Otra situación muy distinta se vive fuera. Aunque la estrategia de la banda los ha dejado momentáneamente en un segundo plano -"están perdiendo protagonismo en favor de la reivindicación de independencia", dice el experto antiterrorista-, el debate político sigue girando en torno a ellos. Ayer mismo, el portavoz de HB, Joseba Permach, les dedicó un recuerdo: "Hemos llegado al momento actual gracias a los presos". Y el miércoles, en el Congreso, los nacionalistas y el PP se enzarzaron en una dura discusión sobre la política penitenciaria. Según Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, el 75% de los vascos está a favor del traslado de los presos de ETA a Euskadi. Tanto a ella como a los portavoces de PNV, CiU e incluso IU les parece insuficiente la aportación del Gobierno a la tregua. El portavoz del Ejecutivo, Josep Piqué, dijo que si no se acercan más presos es porque no se percibe voluntad por parte de ETA de dejar definitivamente las armas.

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