Deportistas afganas piden participar en los Juegos de Sydney
El comité Atlanta-Sydney+ denuncia la exclusión de atletas en países musulmanes
Son deportistas, de origen afgano, pero son mujeres. Si practicaran el deporte en su país, donde el régimen talibán les impide trabajar e ir a la escuela, correrían peligro de muerte. Por eso, las yudocas Zohra-Lila Ashpari y Roya Rahy viven y entrenan en Estados Unidos, y la gimnasta acrobática Anissa Froz lo hace en Francia. Las tres forman parte de una delegación mixta de deportistas afganos que aspira a competir en los Juegos Olímpicos de Sydney del 2000. Para ello, el Comité Atlanta-Sidney+ lleva cuatro años luchando para que el COI intervenga en el conflicto.
La iniciativa de crear una delegación mixta de deportistas afganos compuesta por Ashpari (1983), Rahy (1979), Froz (1991) y otros tres hombres la ha presentado el Comité Atlanta-Sydney+, una organización que lucha contra la discriminación de las mujeres en los Juegos Olímpicos, en las Jornadas nacionales sobre mujer y deporte, que hoy se cierran en París."Toda forma de discriminación en contra de un país o de una persona, sea por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo o de otro tipo, es incompatible con la pertenencia al movimiento olímpico". El artículo 3 de la Carta Olímpica no deja lugar a dudas. Y fue su escrupuloso respeto el que permitió excluir de los Juegos Olímpicos durante más de 25 años a Suráfrica, cuya política de apartheid excluía a los deportistas negros.
Siguiendo la misma argumentación, el Comité Atlanta-Syd-ney+ lleva cuatro años pidiendo al Comité Olímpico Internacional (COI) que respete los principios del olimpismo e impida participar a los países que discriminan a las deportistas.
La propuesta no está exenta de dificultades. El COI debe todavía pronunciarse sobre si reconoce al Comité Olímpico Nacional afgano, del que depende la delegación mixta y exiliado en Nueva Delhi, o a la compuesta exclusivamente por hombres que presenten los talibán.
Si el COI opta por la talibán, la mixta se plantearía solicitar que se le deje participar bajo la bandera del COI, una posibilidad que se admite para situaciones excepcionales.
Las afganas no son las únicas mujeres a las que se les niega el acceso al deporte. En los Juegos de Barcelona, 35 países presentaron delegaciones exclusivamente masculinas. En la siguiente, Atlanta, fueron 26. Según Atlanta-Sydney+, en unos casos la discriminación tiene un origen económico, que resulta en una mayor promoción de atletas masculinos. En otros, principalmente en los países musulmanes, la exclusión responde a motivos ideológicos y religiosos.
Algunos países musulmanes prohíben explícitamente la práctica del deporte a las mujeres. En otros países la presión social sólo la permite en disciplinas que se practican con el cuerpo totalmente cubierto y sin presencia masculina.
La argelina Hassiba Boulmerka, medalla de oro en 1.500 metros en Barcelona 92, ha reconocido que durante años ha estado sujeta a insultos y amenazas por parte de los sectores fundamentalistas de su país, empeñados en atacarla por el simple hecho de correr en pantalón corto y camiseta. Gracias al visado concedido por Francia, Boulmerka ha podido continuar su carrera deportiva.
Por ello, para Annie Sugier, una de las fundadoras de Atlanta-Sydney+, sea cual sea la suerte que corra la delegación afgana, su valor simbólico es en sí mismo relevante. "Queremos mostrar que hay mujeres en esos países que quieren vivir libres y que el deporte, dada la situación en que se encuentran, es probablemente lo más revolucionario que pueden hacer", dice.
Atlanta-Sydney+ cuenta con el respaldo del Parlamento Europeo, que en julio de 1996 pidió a la Unión Europea que fomentara que los países que practiquen la discriminación fueran excluidos de los Juegos. También en 1996 se pronunció la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en el mismo sentido.
Estas resoluciones no han bastado para arrancar del COI un cambio de postura. El COI es reticente a adoptar cualquier sanción contra un país y ha optado por otro tipo de medidas para favorecer el deporte femenino.
En cada cita olímpica añade pruebas y disciplinas femeninas. En Sydney competirán por primera vez en halterofilia, pentatlón moderno y waterpolo.
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