El G-8 se reunirá con urgencia para acelerar el fin de la guerra

El primer ministro francés, Lionel Jospin, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, propusieron ayer en Toulouse (Francia) una reunión urgente del Grupo de los Ocho (G-8) para evaluar el alcance real de la disposición del líder serbio, Slobodan Milosevic, a aceptar el plan de paz para Kosovo elaborado por los siete países más industrializados del mundo y Rusia. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, apoyó ayer desde la base de Aviano (Italia) la iniciativa franco-alemana y dio la "bienvenida" al gesto de Milosevic, lanzando así la señal más clara hasta ahora de la Alianza para empezar a pensar en un final a corto plazo de la guerra. Los aliados reconocieron de esta manera los esfuerzos diplomáticos del mediador ruso Víktor Chernomirdin. Pero Solana advirtió también de que la OTAN seguirá bombardeando Yugoslavia hasta que las palabras de Milosevic se traduzcan en hechos concretos. La aviación aliada lanzó ayer uno de sus bombardeos más intensos sobre posiciones militares serbias en Kosovo y el Pentágono anunció que enviará otros 68 aviones más a la zona. La nueva reunión del Grupo de los Ocho tendrá rango de directores políticos y puede celebrarse la semana entrante. A partir de entonces se abrirá un escenario negociador con Rusia, en representación de los intereses de Milosevic, que aún podrá durar varios días.