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"Ofrecemos menos caciqueo y más autogobierno"

Juan José Lizarbe, tras mucha militancia sindical en la UGT, decidió saltar a la política y en un año y medio ha puesto al PSN-PSOE patas arriba: nuevas caras, nuevos mensajes, una renovación generacional que ha borrado un pasado de corrupción y crisis.Pregunta. ¿Qué puede ofrecer el PSN a la sociedad navarra que no se lo haya dado UPN-PP?

Respuesta. Cinco cosas: una defensa de la identidad de Navarra basada en la plenitud democrática de las instituciones forales, con menos caciqueo y más autogobierno, reivindicado con decisión ante el Ejecutivo central; un compromiso real con el desarrollo económico y la mejora de la calidad del empleo; poner la educación y la formación al servicio del empleo y en relación directa con el entramado productivo y de servicios; mejorar el bienestar social, y propiciar una sociedad más tolerante y progresista.

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P. ¿Van a esgrimir la bandera electoral de la navarridad?

R. Sin duda, defendemos la identidad propia de Navarra. Pero lo nuestro no es un planteamiento regionalista ni nacionalista, de defender algo por defenderlo. Creemos que es el marco ideal para desarrollar políticas y que la gente viva mejor.

P. ¿Cómo piensa llevarlo a la práctica?

R. Ganando las elecciones. Hasta las peores encuestas confirman que crecemos. Todos los conservadores tienen decidido su voto. El sector progresista nos votará mayoritariamente y hay un grupo de indecisos, disconformes con el Gobierno de la derecha, que espera una expectativa de cambio político y nosotros se la vamos a ofrecer.

P. ¿Reitera el compromiso de no contar con los nacionalistas para llegar a la presidencia ni siquiera a través de su abstención?

R. Sigue igual. En EH no ha cambiado nada y en el caso del nacionalismo moderado dependerá de ellos y de lo que hagan en el País Vasco, aunque se han agravado las cosas en vez de mejorar debido a la firma de su pacto con EH. Aquí siempre ha habido una colaboración con el nacionalismo vasco moderado; no en los temas de configuración institucional o territorial de Navarra, pero sí en determinadas políticas sociales. La posibilidad de colaboración, pese a todo, parece más remota.

P. ¿No echa en falta actuaciones más decididas desde Navarra en el proceso de pacificación?

R. Evidentemente, nos afecta y es una preocupación ciudadana. Si esta comunidad no tuviese el problema de la violencia, su crecimiento habría sido todavía más espectacular. Debemos estar presentes en lo que se esté cociendo en relación con la paz y lo cierto es que no lo estamos como comunidad. Claro que quien tiene que llevar esa bandera, si hay inteligencia para estar presente, porque somos pocos y esto es pequeño, debe ser el presidente navarro. Y no lo ha hecho; no porque no haya querido involucrarse, sino porque no ha sabido cómo hacerlo, por su propia incapacidad.

P. En lo que sí ha hecho cosas el Gobierno de UPN-PP es en el tema económico y en el asunto de las 35 horas firmando acuerdos de incorporación de ese objetivo a la función pública y las empresas privadas.

R. Sí; la cosa no va mal, pero hay numerosísimas carencias. Sigue habiendo una dependencia excesiva de un único sector productivo, el del automóvil. Se sigue dejando al margen la diversificación industrial, al igual que la relación entre la formación y el mundo de empresa. Y hay que solucionar adecuadamente el problema de la vivienda, que sigue siendo muy grave. Y, atención, no olvidemos que todo el asunto de las 35 horas tuvo su inicio en un plan de empleo que elaboró el PSN y aceptó el Gobierno. Reconozco que en Navarra se ha avanzado en esa línea, pero aún no se ha conseguido todo. La buena voluntad de sindicatos y empresarios no la pongo en duda, pero sí la del Gobierno de UPN. No cree que las 35 horas sirvan para crear empleo. Lo ha hecho para sacarse la foto con los agentes económicos y sociales.

P. El PSN-PSOE ha denunciado que debe romperse una dinámica de coto privado en Navarra, según la cual detrás de muchos asuntos están involucradas las mismas familias políticas y económicas.

R. Y es que debe romperse esa dinámica de la cuadrilla, del grupo que firma autocontratos desde las instituciones consigo mismo, que pertenecen todos al mismo partido... Todo eso debe terminar porque la mejor defensa de Navarra debe ser la profundización de sus instituciones. Podemos dar un nuevo impulso a Navarra. UPN se ha limitado a terminar muchos proyectos socialistas y ahora falta no sólo modernizar económicamente la comunidad foral, sino profundizar la plenitud de la democracia institucional y del autogobierno.

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