El parque temático de Vitoria precisa una inversión pública inicial de 12.000 millones de pesetas
Para que sea viable un parque temático de medio ambiente en Vitoria es necesaria una inversión de 35.000 millones de pesetas (210, 3 millones de euros), de los cuales el sector público debería invertir casi una tercera parte (12.000 millones de pesetas, 72,1 millones de euros) en un plazo aproximado de dos años. Éstas son las primeras conclusiones del estudio preliminar encargado por el Ayuntamiento de Vitoria, cuyos resultados definitivos se presentarán el próximo mes de julio. El equipo redactor del proyecto dio a conocer ayer un primer boceto. Consiste en un amplio espacio de 220.000 metros cuadrados con atracciones mecánicas, pero también contenido didáctico.
El proyecto parte con una visión europea y la intención de integrarse en el circuito de grandes parques, como Futuroscope, Eurodisney, Port Aventura o Terra Mítica. Los redactores del plan se han fijado en el francés Futuroscope como punto de comparación con Vitoria. "Poitiers sólo tenía 130.000 habitantes, y otros 480.000 en su entorno. Fue capaz de crear en 1984 un espacio dedicado a la imagen. Empezó con sólo dos edificios y hoy recibe tres millones de visitantes al año", explicó Roberto Gómez de la Iglesia, responsable de Xabide, la consultora que ha elaborado el informe junto a la multinacional Price Waterhouse Coopers. El parque de Vitoria gira sobre la idea del ciclo de la vida y los elementos que la crean, según la mitología: la tierra, el agua, el aire y el fuego. Sobre ellos se sustenta el recorrido, formado por edificios espectaculares en medio de un entorno verde y con pequeños lagos. El público -según el proyecto, entre 225.000 y 250.000 visitantes el primer año- llegaría a un primer pabellón denominado anfitrión, a modo de escaparate, con servicios de hostelería y un restaurante insertado en una torre en forma de mazorca. "Se combinan conceptos de los parques temáticos y de los museos. Se trata de aprehender contenidos de forma divertida", señaló Gómez de la Iglesia. En todo el espacio hay zonas expositivas, espectáculos y atracciones mecánicas. Como ejemplo, se asemejaría a Port Aventura, pero con zonas de contenidos más didácticos. En el área dedicada a la tierra se juega con las escalas de tamaño para adentrarse dentro de hormigueros y cuevas y se simulan terremotos. En el lugar destinado al agua se recrea un puerto pesquero y la cascada de Gujuli (en Álava). La zona reservada al aire está presidida por un edificio en forma de dirigible y, entre otras atracciones, cuenta con simuladores de vuelo. El ciclo se cierra con el fuego, representado por una montaña rusa en forma de volcán, en su mayor parte cubierta. El parque propiamente dicho ocuparía una extensión de 22 hectáreas, con un coste total de 35.000 millones. A su alrededor se levantaría un anillo, hasta sumar un total de 70 hectáreas, con actividades relacionadas con el medio ambiente y la investigación. Esta zona necesitaría otra inversión aproximada de 65.000 millones. Decisión para final de año El estudio propone que se cree una sociedad promotora este año, auspiciada por el sector público, pero abierta a capital privado. "No tomar una decisión en 1999 sería lo mismo que dejarlo aparcado para siempre. Estamos hablando de un proyecto de ciudad", sostiene el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Pizarro (UA). El proyecto se ha remitido a la Diputación, el Gobierno vasco y el Ministerio de Medio Ambiente. El proyecto prevé construir el parque por fases. La primera abarcaría al pabellón anfitrión y otro denominado Gaia-Planeta vivo, que reproduce una ciudad que se recorre en metro. Esta fase, con un coste de 12.000 millones, podría realizarse en dos años con dinero público. El parque completo necesitaría otros dos o tres años más, y el anillo completo no se terminaría antes de una década.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.