De México a Bruselas, con una conveniente escala en Madrid
El Gobierno mexicano se acerca más a España y Europa ante la perspectiva de un descenso del comercio con EE UU
Los tres ministros clave de la economía mexicana, José Ángel Gurría, de Economía y Hacienda, Luis Téllez, de Energía, y Herminio Blanco, de Comercio, estarán desde hoy en Madrid con el objetivo de acercar más, en términos comerciales, a su país a España y desde ésta a la Unión Europea.Pese a la magnitud de la economía mexicana, la relación comercial de México con Europa es escasa, pero como los tiempos y los intereses cambian, también esto tiende a cambiar. Casi el 85% de las exportaciones mexicanas se destinan a Estados Unidos, y más del 70% de sus importaciones proceden de su vecino del norte. Lo que queda en ambos casos se reparte entre América Latina, la UE y Japón y el resto de Asia.
Como el propio ministro Blanco lo reconoció en su discurso del pasado 3 de mayo en la reunión latinoamericana de la Cámara de Comercio Internacional, la relación comercial entre México y la UE no es todo lo buena que puede ser. "El arancel medio de los productos que importamos de la UE es del 10%, mientras que el de los que importamos de EEUU es del 2% (...) Esto quiere decir que la situación de desventaja que sentimos los mexicanos en el mercado europeo es la misma que enfrentan los europeos en el mercado mexicano", explicó Blanco.
Un socio muy conveniente
Algunos analistas españoles de empresas con fuerte presencia en América Latina como Jorge Blázquez, del BBV, señalaron que el acercamiento de México no sólo responde a un atractivo lógico entre grandes mercados, sino también a una previsión. Con la fuerte dependencia comercial que México tiene de EEUU, si éste sufriera una fuerte desaceleración de su crecimiento inevitablemente perjudicaría a la economía mexicana. Estos golpes por dependencia son similares al que Argentina sufrió de Brasil tras la crisis del real, o el de Venezuela porque sus ingresos proceden en muy buena parte de un solo producto, el petróleo, materia prima que también ha pasado por una fuerte crisis.
La desaceleración del crecimiento en EEUU es cada vez más probable. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la cual México es el único país latinoamericano miembro, prevé que el PIB estadounidense crecerá un 3,6% este año, pero sólo un 2% el próximo, mientras que la UE crecerá un 1,9% en 1999 y un 2,4% en el 2000, relevando a EEUU como el motor de la economía mundial. Incluso los mercados ya reflejan el temor a una fuerte desaceleración de la economía de EEUU y anticipan que su Reserva Federal (banco central) suba próximamente los tipos de interés para atajar un alza de la inflación. La subida de tipos, a su vez, frena aún más el crecimiento.
Además de los altos aranceles, otro motivo que los analistas mencionan como barrera para los negocios en México es el alto índice de corrupción. Según el organismo Transparencia Internacional, México es el sexto país con mayor corrupción en el mundo. Justamente hoy, los ministros Gurría y Blanco firmarán con el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato, un pacto de colaboración contra el blanqueo de dinero.
Pero los altos responsables de la economía mexicana también vienen a España a negociar los llamados créditos blandos, es decir, más fácilmente financiables. De hecho, el Consejo de Ministros ratificó el pasado viernes el acuerdo de cooperación económica y financiera con México. El documento obliga a España a dar facilidades financieras a medio y largo plazo a México de hasta 2.000 millones de dólares (314.000 millones de pesetas) para el periodo 1998-2000 y compromete al Gobierno español a seguir impulsando en la UE la liberalización del comercio de ésta con México.
Respecto a estas conversaciones, el pasado viernes, en Bruselas, finalizó la quinta ronda de negociaciones del acuerdo de libre comercio entre la UE y México, y según los respectivos participantes, éste puede cerrarse antes de finales de año. La UE pide la inmediata liberalización del 82% de los intercambios y el 18% restante en el 2003, y México ofrece el 47% de inmediato y el 53% que queda entre el 2003 y el 2007.
El analista mexicano Juan Castaingts recuerda que a la UE también le conviene México. "Europa ve en México una zona para instalarse y, desde allí, entrar en el mercado estadounidense más fácilmente y aprovechar en su favor el Tratado de Libre Comercio entre México, EEUU y Canadá", afirma Castaingts.
Desde el punto de vista macroeconómico, México es un país que ha aguantado y comienza a salir de malos tiempos por la mella que en su economía hizo la caída del precio del petróleo, y que se encamina, a medio plazo, hacia tiempos inestables en vistas de las elecciones presidenciales del 2000. No obstante, Blázquez señala que ahora existe un acuerdo entre el Gobierno y los partidos de la oposición para no disparar el gasto público en la campaña electoral, y que si el compromiso se cumple, será la primera vez que la economía mexicana no sufra por las elecciones generales.
Lenta recuperación
El PIB mexicano, que en 1998 ascendió a 420.200 millones de dólares (66 billones de pesetas), creció un 1,9% en el primer trimestre de este año, 0,3 décimas por debajo de la previsión oficial; pero aun así, los analistas consideran que el resultado ha sido bueno. Para todo 1999 la OCDE prevé que el PIB mexicano crecerá un 3,2%, por debajo del 4,8% de 1998 y lejos del 6,8% de 1997. Los analistas del BBV y de The Economist Intelligence Unit son menos optimistas: esperan un 3% y 2,5%, respectivamente, para 1999.
Lo cierto es que, pese a las carencias y reformas estructurales pendientes, durante el primer trimestre se registró un superávit fiscal, bajó la inflación, el comportamiento bursátil ya no alarma, la inversión sigue acudiendo, aunque están en alerta, y regresan la expectativas positivas. Según el escrutinio del Banco de México, entre los operadores económicos el 60% pronostica buenos tiempos, cuando meses atrás sólo el 15% opinaba así.
Según los analistas del BBV, la inflación estará en el 15% a finales de 1999, frente a la tasa superior al 18% de 1998, mientras que la cotización del peso mexicano, hoy a 9,3 por dólar, debería situarse en torno a 11 pesos para aliviar a las empresas exportadoras.
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