Bilbao es la única capital vasca sin controles preventivos de alcoholemia en el casco urbano El consistorio lo justifica por la presencia de la Ertzaintza en los accesos de la ciudad

Bilbao es la única capital del País Vasco que no tiene controles preventivos de alcoholemia en el interior de la ciudad. En San Sebastián, donde sí se practican, como en Vitoria, el número de pruebas semanales ascienden a 150. Las autoridades bilbaínas justifican ese vacío porque ya los lleva a cabo la Ertzaintza en los accesos a la ciudad y "no hay demanda ciudadana". La Policía Autónoma, que actúa en este asunto en todo Euskadi, salvo en las tres capitales, ha hecho soplar en el primer trimestre del año a casi 18.000 conductores, de los que casi 900 han dado positivo.

La Policía Municipal de Bilbao sólo actúa ante una evidencia o una queja vecinal. "Se practica cuando se ve una circunstacia rara en la conducción o por una protesta de algún ciudadano. Este tipo de controles son cientos", revela Pedro Barreiro, concejal de Seguridad Ciudadana. La carencia del control preventivo, que nunca se ha efectaudo dentro del municipio de Bilbao, se justifica por la presencia de la Ertzaintza en los accesos, donde las pruebas de alcoholemia son frecuentes, tanto los fines de semana como los días favorables. "Por eso no se hace y también porque no existe una demanda importante de los ciudadanos para que los hagamos", señala Pedro Barreiro. En las otras dos capitales vascas, la situación es radicalmente diferente. La Policía Municipal de Vitoria tiene un programa elaborado de controles de alcoholemia que incluye también los días laborables. Un programa que, de hecho, se centra más en los fines de semana, con controles cerca de locales nocturnos e incluso en las próximidades de la circunvalación que rodea Vitoria. Más de 150 pruebas En San Sebastián, la Guardia Urbana se ciñe a los fines de semana, cuando se llegan a realizar una media de 150 pruebas. "Entre el 7% y el 9% son positivos. Pero hay que añadir también las que se realizan cuando se ve una mala conducción, que en el 99% de los casos dan una alcoholemia positiva", señala uno de los responsables de la Policía local donostiarra. Los donostiarras tienen además pocas opciones de eludir los controles, puesto que se establecen de manera aleatoria por las calles de la ciudad. Generalmente se concentran en la madrugada del sábado y a primeras horas del domingo, con lo que vecinos que salen a compar el pan y el periódico se han encontrado con la obligación de soplar. La Ertzaintza, que nunca actúa en las tres capitales al ser competencia de las policía locales, ha ido aumentando las pruebas a los automovilistas. En los tres primeros meses del año, ha realizado un total de 17.788 test de alcoholemia. De ellos, 7.012 se han practicado en Guipúzcoa, 6.491 en Vizcaya y 4.285 en Álava. Apenas un 5%, un total de 884, han resultado positivas, mientras que un porcentaje inferior al 1%, en concreto 94, no se han podido practicar por la negativa de los conductores a soplar el tubo. Por territorios, el mayor porcentaje de conductores que superan el límite del 0,8 gramos de alcohol en un litro de sangre -desde el pasado 7 de mayo se ha bajado esta cifra al 0,5- se registra en Guipúzcoa, donde el 6,5% de los automovilistas que han pasado las pruebas han dado un resultado positivo. En Vizcaya, el porcentaje se mantiene en la media del País Vasco, con un 4,9%, mientras que en Álava es significativamente menor, con un 2,4%. 2.700 positivos Las pruebas realizadas en el primer trimestre de este año suponen ya cerca de un 25% más que las realizadas en 1998, cuando a lo largo de todo este ejercicio hubo 50.445 test de alcoholemia, de los que 2.633 dieron resultado positivo. El dato supone la tendencia creciente de la Policía Autónoma a incrementar esta práctica, puesto que ya en 1998 aumentaron un 53% respecto a 1997. En cuanto al número de acidentes en carretera en los que influyó el consumo de alcohol, la Ertzaintza contabilizó el pasado año 479 siniestros, un 8,24% menos que en 1997, cuando se registraron 522 accidentes en la red viaria vasca. En las 50.445 pruebas de alcoholemia efectuadas por la Ertzaintza a lo largo de 1998, más del 94% de los conductores se ajustaron a la legalidad y algo más de un 5% circulaba con tasas de alcohol superiores a las permitidas. Además, hubo 215 personas requeridas por los controles de alcoholemia que se negaron a someterse a la prueba, por lo que fueron sancionadas.