_
_
_
_
_

Las prostitutas de la Casa de Campo aceptan por "sensible mayoría" trasladarse a Garabitas

Una "sensible mayoría" de prostitutas de la Casa de Campo estaría dispuesta a aceptar la propuesta municipal de trasladarlas a las faldas del cerro de Garabitas, en una zona escondida del bosque. Para ello, el PP debe cumplir "nueve condiciones" que incluyen mayor seguridad, alumbrado, un centro de atención médica de urgencia y transporte público. El colectivo Hetaira denunció ayer ante los concejales José Ignacio Echeverría y Elena Utrilla "el incremento del acoso policial" en la Casa de Campo. Si no para, dijeron, será imposible "confiar" en el Ayuntamiento.

Más información
Las nueve condiciones que deberá cumplir el PP

Las representantes de Hetaira llevaron al Consistorio una detallada lista de compromisos que debe asumir el PP para que las prostitutas de la Casa de Campo se trasladen a las cercanías del cerro de Garabitas. De paso expusieron la preocupación que les asalta y que tiene que ver con "el incremento del acoso policial" a las mujeres.Según la portavoz de Hetaira, Concha García, en los últimos días los coches policiales que patrullan la zona impiden el trabajo de las meretrices. "Hay tres coches que se ponen en una plaza toda la noche y no se mueven de ahí. Eso aleja a los clientes, a los que además practican continuamente controles de alcoholemia. Incluso cuando las mujeres están trabajando los policías se acercan, las iluminan con linternas, las hacen bajar del coche y hacen que los clientes se vayan y ellas tengan que volver solas", aseguró.

La "presión policial", afirmó García, ha hecho que entre las meretrices se haya creado un ambiente de "escepticismo" y "falta de credibilidad" ante las propuestas del Ayuntamiento. Sin embargo, la encuesta para determinar la posición de las mujeres con respecto al posible traslado ha seguido su curso. La "sensible mayoría" favorable al traslado de la que habla García es consecuencia de un sondeo que se ha llevado a cabo desde que el gobierno municipal les hizo su propuesta. Hetaira tiene una unidad móvil que recorre los sitios de prostitución y consultan diariamente a las meretrices. "No hemos utilizado ningún tipo de cuestionario, simplemente vamos preguntándoles a los distintos grupos. No se trata de hablar sólo con las nacionales, preguntamos también a las africanas, las transexuales y las latinoamericanas", indicó.

Reinserción de meretrices

La Asociación para la Reinserción y Atención a la Mujer Prostituta, APRAMP, también ha sondeado la opinión de las meretrices. A través del llamado "grupo de iguales", es decir, las mujeres que ejercen la prostitución en el parque, han conocido la posición de unas 200 meretrices.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La directora de APRAMP, Rocío Nieto, aclaró ayer que, a diferencia de Hetaira, su colectivo procura, ante todo, la reinserción de las prostitutas. Por eso, afirmó, "quienes tienen que hablar son ellas, no yo. Las mujeres pueden defenderse solas". A la reunión convocada por el concejal de seguridad acudieron ocho mujeres prostitutas, seis de ellas de la Casa de Campo. Tres son españolas y el resto de Ecuador, África y Rumania. Los diálogos que anteriormente estableció el Ayuntamiento con Hetaira y APRAMP se habían llevado a cabo por separado. Ayer, sin embargo, Echeverría citó a los dos grupos a la misma hora para escuchar la respuesta a su proposición.

Las más reacias a hablar después de la reunión fueron las prostitutas que son representadas por APRAMP. "Es que en realidad no hay nada nuevo. Nosotras hablaremos cuando haya algo concreto. Es un proceso largo y nos volveremos a reunir en dos semanas", afirmó una de ellas. Al término de la cita, tanto Echeverría como Utrilla declinaron hacer comentarios.

La directora de APRAMP aseguró que, en cuanto al acoso policial, su colectivo pondrá a disposición de las mujeres un abogado que las instruirá sobre sus derechos. "Pero lo que más nos interesa es educarlas para que puedan defenderse en la vida", señaló. "Yo creo que el concejal ha tomado nota de nuestros requerimientos. Me parece que hay buena voluntad para solucionar el asunto", afirmó, por su parte, Concha García, de Hetaira.

El concejal Echeverría se comprometió, según Concha García, a "parar el acoso policial". En Hetaira están "a la espera de que las cosas mejoren, porque si no para la presión de la policía, las mujeres no confiarán en el Ayuntamiento".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_