Ahora le toca a Inglaterra

Hubo una época en la que los ingleses jamás se hubieran preguntado qué significaba ser inglés. Era algo evidente, desde los trajes de tweed de las clases altas de la Costa Este de EE UU hasta los Parlamentos de Malawi a Nueva Delhi, pasando por el idioma de los negocios, la ciencia y la educación. (...).

Eso era antes, ¿pero qué pasa ahora? El 6 de mayo, Escocia y Gales votaron a favor de sus propios Parlamentos. (...) Muchos escépticos creen que es probable que al menos una de estas incipientes instituciones pida la independencia plena para Escocia o para Gales. Si eso ocurriera, los ingleses se quedarían solos, mirándose sombríamente unos a otros, como dos que organizan una fiesta a la que no acude nadie. (...)

Como los ingleses no han tenido que pensar qué significa ser inglés, no saben dónde empezar a buscar para redescubrir su sentimiento de identidad. (...) Los ingleses tienen mucho que descubrir si se deciden a ahondar. Mi propia lista de cualidades inglesas incluiría la reserva, el conozco-mis-derechos, la ironía, el sentido del hogar, una oscilación impredecible entre la rudeza y el civismo, la exuberancia verbal y una política enérgica. Por encima de todo, la historia inglesa ha avanzado hacia la afirmación de los derechos del individuo frente a los del Estado, más o menos el reverso exacto de la historia de Francia. (...) Si los ingleses redescubrieran sus valores individualistas, encontrarían una identidad nacional, más allá de banderas e himnos, que les equiparía bien para el próximo siglo.

17 de mayo