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Entrevista:JORDI VALLSCANDIDATO DEL PSC EN MANRESA

Un alcalde dispuesto a compartir la capitalidad de la Cataluña central

"La educación, la cultura y el conocimiento son los tres pilares en los que se sustenta la base para gobernar una ciudad, porque son el fundamento de las oportunidades". Jordi Valls, alcalde de Manresa en la última legislatura y candidadato por el PSC a la reelección, integrante de una nueva generación de políticos ha creado su propio discurso sobre la ciudad a partir de esta triple argumentación. Le incomoda el adjetivo de joven, porque le resta importancia a su discurso. Pero admite las diferencias con las generaciones de "luchadores" que le han precedido. "Nosotros ya somos, casi al 100%, producto de la democracia". Valls tiene 38 años, tiene inquietudes ecologistas, es miembro de Greenpeace y es el exponente de la nueva generación de políticos con un amplia formación. Sin haber estado en la lucha antifranquista, sin haber sentido la ebullición del mayo del 68, pero "con la misma pasión por la política y por lo público". Valls ha intentado que los manresanos tuvieran más oportunidades en el ámbito de la educación. En estos últimos cuatro años ha visto con satisfacción cómo se incrementaba la oferta de estudios universitarios y cómo se ponían los cimientos para tener un campus universitario compartido entre la UPC y las estudios que se impulsan desde la Fundació Universitària del Bages (FUB). Amante de la igualdad de oportunidades, Valls también ha trabajado con intensidad para que las nuevas tecnologías se impongan en la Cataluña central, y para que el la red de cable llegue pronto a la ciudad. Abogado de profesión, compartió su oficio con la política hasta que alcanzó el cargo de alcalde. Entró en el partido el 1988. Era una de las jóvenes promesas que debían continuar la obra iniciada por Joan Cornet (PSC), pero un peinado fiscal en la ciudad ordenado por Hacienda le restó posibilidades y dió al traste con el proyecto. Se produjo el relevo en el ayuntamiento. Entró CiU en el gobierno, y Valls se vió condenado a estar en la oposición -"desde donde también es posible trabajar"-, dice. El candidato a la alcaldía ve una Manresa de futuro en la que la ciudad, quizás apoyada en Vic e Igualada, sea "un puente, una pieza importantisima para el país, para poder poner en relación el área metropolitana, que es donde tenemos una mayor concentración de riqueza -financiera, política y de conocimiento-, y la Cataluña central. Valls afirma que "nosotros queremos ejercer esta función estratégica y se ofrece, exteriorizando un deseo, a asumir responsabilidades dentro de esta región que, de momento, sólo figura a nivel de planificación territorial. Valls dice en que "si queremos tener una Cataluña central lo primero que debemos hacer es darle cuerpo, consistencia, para discutir después modelos de gestión". Y en este sentido insinúa la propuesta de capitalidades compartidas entre ciudades. "Si debemos crear una región que aún no existe, si es nueva, quizás podemos tener también un modelo nuevo que no tenga una sóla capital", dice.

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