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LUCÍA ETXEBARRÍA | ESCRITORA

"Me aterra un mundo en el que todo se soluciona con drogas"

Lucía Etxebarría trajo su lengua sin pelos hasta el Monasterio de La Cartuja para la clausura del I Foro de la Sociedad Fractal. Con su libro Nosotras que no somos como las demás vendiéndose como churros, la escritora sigue llamando por su nombre a todas aquellas cosas que no le gustan. Pregunta. Y esto de la Sociedad Fractal ¿Le gusta el caos? Respuesta. Siempre atrae más el caos, porque tiene su propia lógica. P. Pero parece que usted ataca más al orden que defiende el caos. R. Sería meterse con el orden establecido. De todas formas, orden tiene una connotación semántica ya casi peyorativa. Suena a mandato, a orden religiosa y a una serie de cosas que llevan a abogar por la lógica del caos. P. Usted habla mucho de drogas y patologías. R. Están relacionadas. Cada sociedad crea su patología y a la vez crea la droga para resolverla. A mí me aterra un mundo que fomenta la idea de la droga legal, de que todo se soluciona con drogas; se exige una perfección sexual tan uniformizadora que se necesiten drogas [Viagra]; ni siquiera se plantea que pueda haber acto sexual sin penetración casi. Se tendrían que legalizar las drogas, porque sólo sostienen un imperio económico muy grande que se nutre de un montón de gente. No mueren tantos por sobredosis, sino por adulteración. P. Es una petición muy popular ya. R. Es una postura muy conservadora, el Fondo Monetario Internacional, los artículos de The Economist o The Times promulgan esto, pero nos enfrentamos a un imperio económico de la droga ilegal. Yo no creo que las drogas sean malas, pero cuando se sacan de su entorno y se convierte en una panacea para resolver otros problemas, se vuelven una cosa asesina. P. ¿Llegan a la gente estos mensajes? R. Se prueba que calan, porque yo vendo muchísimo. Con un discurso que, en un principio, era totalmente anticomercial. Cuando yo saqué mi primer libro, la editorial estaba totalmente aterrada cuando me declaré feminista en público, pensaban que había hundido el libro. Me gané las peores críticas y me hundí la reputación literaria, pero no pasó nada. P. ¿Le preocupa el Tercer Mundo? R. Mi caso es la lucha feminista, aunque esa lucha pasa por hacerla global. La paradoja de una cultura que está obsesionada con adelgazar, mientras que los demás están obsesionados con comer. Cuando se hace de las ONG una causa de solidaridad mal entendida, se les desvirtúa su idea política Si usted quiere darle dinero a una ONG, déselo a Amnistía Internacional. Yo me borré de Unicef. No se puede hacer una gala en donde cada Pitita Ridruejo lleva un collar que pagaría la deuda externa de una país entero.

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