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Una pareja con muchas tablas

Él exhibe su perenne halo de sosegado intelectual; ella no oculta la rotunda visceralidad dramática que emana de su casi albina cara. Son Adolfo Marsillach, autor, director y actor de teatro, y Núria Espert, la actriz dramática por excelencia. Ambos vuelven a ser pareja sobre los escenarios después de 30 años cuando trabajaron juntos en A puerta cerrada. Los dos actores se han unido para pelearse, llorar y reír, odiarse y humillarse. En suma, para amarse a lo largo de la representanción de la obra ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee, en versión española del propio Marsillach. "La única condición irrenunciable que puse para aceptar el papel es que Adolfo fuese el protagonista", dijo ayer Espert. "Esto no significa mi vuelta definitiva a los escenarios; cuando acabe esta obra creo que no volveré a interpretar nunca más", apostilló Marsillach. El estreno de esta versión española de ¿Quién teme a Virginia Woolf? se ha celebrado en Pamplona. El Teatro Principal de Alicante ha sido el segundo escenario elegido por la compañía para continuar las representaciones, hoy viernes, el sábado y el domingo. El estreno en Barcelona está previsto para el próximo mes de noviembre y hasta febrero del 2000 no llegará a los escenarios de Madrid. "Este dato viene a corroborar mi teoría sobre la descentralización del teatro", subrayó Marsillach durante la conferencia de prensa celebrada ayer en el Teatro Principal de Alicante. "El hecho de que Alicante sea la segunda capital donde se representa la obra no es casual, sino que responde a la inquebrantable tradición teatral de esta ciudad", apuntó Núria Espert. Adolfo Marsillach explicó que para él ha sido un auténtico reto volver a pisar los escenarios tras 17 años de ausencia, "al menos para representar una obra tan compleja como ésta", precisó. "Con ella vuelvo a recuperar mi nunca del todo ajada piel de actor y me he sentido muy a gusto", explicó. "Pero, hoy por hoy, creo que cuando acabe las representaciones de esta obra daré por concluida mi carrera de actor", añadió el director teatral. En cuanto a la adaptación de la obra de Albee, el autor español aseguró que ha intentado huir del tono rayano en la violencia que mostró la adaptación cinematográfica del texto, interpretada en aquella ocasión por los actores Elizabeth Taylor y Richard Burton. "He optado más por un tono lúdico, aunque no exento de crudeza, dada la turbulenta relación privada que mantiene la pareja protagonista", señaló Marsillach. "Además, pienso que es un tema que está presente en la actualidad, ya que es una realidad que las parejas cada vez se soportan menos. De ahí que he intentado ir más allá, obligar al ser humano a inventar una realidad para superar la cotidianidad, ya que generalmente lo cotidiano decepciona", argumentó al respecto el actor. Por su parte, Núria Espert calificó la obra y la interpretación que realizan los cuatros actores (junto a los dos principales, el reparto se completa con Marta Fernández y Pep Munne) como de "teatro con mayúsculas". "Hay espacio para que los cuatro actores desarrollen todo su talento y echen el corazón y hasta las tripas sobre el público", explicó Espert, con obvio tono hiperbólico. La actriz aseguró que el texto y los conflictos personales que lleva implícitos (las exacerbadas relaciones de una pareja) no han perdido vigencia. Por otra parte, la dirección del Teatro Principal de Alicante ha querido homenajear la intensa carrera teatral de Marsillach con un gesto: poner el nombre del insigne director a una de las plateas del coliseo alicantino. Desde ayer, la número 4 pasa a llamarse Platea Adolfo Marsillach.

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