Molins cuestiona que el complejo Barça 2000 se haga en Les Corts

El candidato de Convergència i Unió (CiU) a la alcaldía de Barcelona, Joaquim Molins, se negó ayer a concretar su opinión sobre el proyecto urbanístico Barça 2000, que el club de fútbol ha presentado al Ayuntamiento y que prevé la construcción de una zona de ocio y restauración de 21 hectáreas alrededor del campo. Molins argumentó que la documentación expuesta por el consistorio para su información pública es claramente insuficiente para que pueda tener una opinión sobre el asunto. Durante una cita con diversos medios de comunicación, organizada por la Guía del Ocio, Molins se extendió en pormenores sobre las efectos que puede provocar este proyecto en el barrio de Les Corts. Sin embargo, cuando fue interrogado sobre lo que haría en el caso de que fuera elegido alcalde de Barcelona, se escudó en que carecía de información para pronunciarse. "Hay suficientes incógnitas para tomárselo con mucha reserva", manifestó. No obstante, cuestionó que el proyecto Barça 2000 pueda llevarse a cabo en ese barrio porque es difícil que un área de ocio que prevé atraer a más de cinco millones de personas no provoque molestias a los vecinos y desequilibrios en la zona. Molins extendió las culpas de la falta de información al propio club de fútbol. El candidato de CiU tan sólo se opuso claramente a la construcción de un rockódromo, un espacio para conciertos de música moderna. La oposición al proyecto podría materializarse en una enmienda a la totalidad. Joaquim Molins se mostró a favor de que Barcelona se consolide como una ciudad de destino preferente para las vacaciones y no como una ciudad meramente turística como sucede en la actualidad. Para ello, propuso una serie de fórmulas, la principal de las cuales sería la organización de un festival de verano o la ampliación del periodo de duración del Grec hasta el mes de septiembre, con más espacios y géneros, y con una programación pensada para el público internacional.