Piqué descarta ajustes en Astilleros, pero admite la falta de pedidos

El ministro de Industria y portavoz del Gobierno, Josep Piqué, garantizó ayer a los trabajadores de las factorías de AESA de Cádiz y Puerto Real que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales no prevé, "ni a corto ni a medio plazo", medidas drásticas como ajustes, recortes de plantillas, cierres o privatizaciones en el sector naval. Por el contrario, se comprometió a estudiar el rejuvenecimiento de las plantillas y garantizó el compromiso del Ejecutivo o con la empresa naval pública. Los trabajadores de Puerto Real, pese a las declaraciones de Piqué, volvieron acortar durante una hora el Puente Carranza, uno de los dos únicos accesos a Cádiz, lo que provocó largas retenciones del tráfico. El ministro evitó la protesta al utilizar un helicóptero de la policía. Un millar de empleados de la compañía pública también se concentró a las puertas de al Subdelegación del Gobierno, donde el ministro se entrevistó con los comités de las plantas. El de ayer fue el tercer corte que se produce en el Puente Carranza en 15 días. El presidente del comité de Cádiz, Jesús Gargallo, anunció que las protestas seguirán. "Hasta que no haya carga de trabajo garantizada seguirán las movilizaciones, que irán en aumento. Desgraciadamente no nos vale sólo con buenas palabras". Piqué hizo un llamamiento a los trabajadores: "Debemos todos, los trabajadores también, hacer un esfuerzo para que se minimicen los retrasos en la entrega de los barcos, como se han producido en los últimos tiempos, porque ése es un motivo que está en la base de las pérdidas". La demanda laboral es aumentar la carga de trabajo, inexistente en Cádiz y garantizada sólo a corto plazo en Puerto Real. El presidente de AESA, Marcelino Alonso, consideró que las protestas son "prematuras" y recordó que existen varias negociaciones, una con Petrobrass