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Acebes acusa al PSOE de ocultar la falta de un modelo territorial recurriendo al "catastrofismo"

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno respondió ayer con prontitud a las acusaciones de Felipe González, que aseguró el pasado lunes que el Ejecutivo del PP está borrando los perfiles de la cohesión de España. Para el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, estos "mensajes catastrofistas" sólo "ocultan la ausencia de un modelo territorial" en el PSOE. "No sabemos si quieren el modelo constitucional o el federal", ironizó Acebes, quien agregó que la propuesta del PSC de suprimir el Ministerio de Cultura tampoco "ayuda a la cohesión". El PSOE replicó, a su vez, que la política territorial es "el mayor fracaso de Aznar".

La discusión entre Gobierno y PSOE sobre el modelo territorial acabó convirtiéndose en un típico diálogo de sordos preelectoral. González había expresado, durante una conferencia, su preocupación por la "progresiva desagregación de España". Citó como elementos disgregadores el proyecto de ejército profesional -que permitirá a los jóvenes eludir la mili en las comunidades con fuertes raíces nacionalistas, como Euskadi y Cataluña-; la implantación de una reforma de la financiación autonómica y un modelo sanitario que no se han consensuado con todas las comunidades; la descentralización de los puertos y la privatización de los aeropuertos.La respuesta de Acebes se centró en una defensa genérica del modelo constitucional y de los estatutos de autonomía, sin entrar en los pormenores de las acusaciones de González excepto en un punto crucial para el Ejecutivo: su actitud ante el proceso de paz en el País Vasco. El ex presidente socialista había advertido del riesgo de que este proceso degenere en concesiones políticas sin que haya un previo compromiso del cese de la violencia. "Nos hemos cansado de decir que la paz en el País Vasco no va a tener un precio político", respondió el ministro.

Pero, a continuación, Acebes devolvió las críticas al PSOE acusándoles de "anunciar catástrofes" y "vivir alejados de la realidad" porque "no hay peligro de disgregación en España". Este discurso contrasta con el que utilizó el PP durante su etapa en la oposición, cuando acusó al PSOE de "disgregar España" por descentralizar por vez primera la gestión del 15% del IRPF.

El ministro de Administraciones Públicas recordó las diferentes posiciones que coexisten en el PSOE sobre el modelo territorial. Por un lado, las del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que se opone al modelo de financiación autonómica, mientras que los socialistas catalanes lo apoyan.

También recordó las posiciones del PSC, favorables a la desaparición del Ministerio de Cultura, y la iniciativa del PSOE de vaciar de contenido parlamentario al Senado y reconvertirlo en Cámara exclusivamente territorial. "A través de esa confusión y de anunciar desastres es como no se contribuye a la cohesión ni a la estabilidad", señaló Acebes.

El titular de Interior, Jaime Mayor, terció en el debate para responder a las declaraciones de González sobre el nacionalismo, del que dijo que "no es un problema de unos meses, ni de este último año". "La cultura de la transición consistía y consiste, en demasiadas ocasiones, en satisfacer al nacionalismo porque se creía que era lo mejor", añadió. Para Mayor, "resolver el problema vasco es compartir más y mejor una comunidad en la que tienen muchas cosas que decir los no nacionalistas".

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También CiU ha criticado a González por sus declaraciones sobre la profesionalización del Ejército. Según su portavoz de Defensa en el Congreso, Carles Campuzano, el planteamiento de González es "anacrónico". "La cohesión del Estado español vendrá cuando reconozca que es un Estado plurinacional y esa plurinacionalidad tiene que expresarse en las Fuerzas Armadas", dijo.

Desde el PSOE el secretario de Política Autonómica, Ramón Jáuregui, replicó a Acebes que "el Gobierno haría mejor en callarse sobre su política territorial porque es su fracaso más sonoro". Jáuregui enumeró entre los patinazos del Ejecutivo: el desorden de la financiación; los agravios a determinadas comunidades por sus pactos con los nacionalistas; la ruptura del consenso con el PSOE y las tensiones surgidas desde los nacionalismos en los últimos meses.

"Si en el pasado [Aznar] censuraba los acuerdos del PSOE con los nacionalistas, hoy se envuelve en la firmeza constitucional con cínico oportunismo electoral para negociar mañana con sus socios de CiU y PNV nuevas concesiones que debiliten la estructura y el modelo del Estado", agregó.

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