Vandenbroucke y el falso doctor Sainz
El ciclista belga Franck Vandenbroucke, 25 años, considerado uno de los ciclistas jóvenes más prometedores, compareció ayer ante la prensa para explicar sus relaciones con Bernard Sainz, un extraño personaje que se precia de haber tratado con métodos muy personales a una clientela muy escogida, donde abundaban ciclistas, deportistas famosos y personajes del cine y de la política. "Le conocí a través de mi compañero Gaumont y de su abogado y me propuso asesorarme. Era una persona extraña, pero dotada de un gran poder de convicción".Vandenbroucke relató cómo Sainz le enseñó fotos con antiguos clientes suyos, desde el mismo Eddy Merckx, hasta Van Impe, Hinault, Fignon, Poulidor e incluso el piloto francés Alain Prost. "Me explicó que sus cuidados se basaban en métodos naturales y medicinas dulces, sin peligro para la salud y respetando la ética deportiva. Al principio desconfié un poco, pero luego fui creyendo en él", dijo, para continuar: "Además, cuando le pregunté por el precio de sus cuidados, me respondió que sólo le pagaría en función de mis victorias y sólo si estaba convencido de que él me había ayudado a conseguirlo. Eso acabó de convencerme".
Luego, el ciclista belga pasó a detallar en qué consistía el tratamiento, que comenzó el pasado mes de enero. "Primero me pidió ayunar dos veces tres días, sin comer ni beber. Solamente tomaba unos polvos que me provocaban una fuerte diarrea. Esta dieta tenía por objetivo limpiar mi cuerpo de todas sus toxinas. Me sentía bien. Mi confianza en él, aumentó". "Me pidió que dejara de tomar hierro, vitamina B12..nada de todo eso. Entonces, me dio unas gotas de un producto homeopático que debía tomar cuando me despertara cada día, a razón de diez gotas bajo la lengua. Me sentía bien".
Luego llegaron unas inyecciones. "Me dijo que también era productos homeopáticos y legales y que debía tenerle confianza. Ejercía sobre mí una gran influencia y no quería molestarle".
Vandenbroucke aseguró que Sainz curó a su amigo Nico Mattan, "que se vio obligado a acabar con su carrera por un problema cardiaco. Se lo presenté a Sainz y estoy obligado a decir que, tras un tratamiento, de una manera inexplicable, mi amigo ya no presenta ningún síntoma alarmante y puede volver a correr".
También relató cómo los cuidados de Sainz le permitieron superar más rapidamente ciertos problemas de tendinitis, cuando en otras ocasiones necesitaba más tiempo. "He tenido la ocasión de cruzarme en su casa con una top model que le agradecía con mucha efusión haberla curado de un cáncer. Yo estaba cada vez más impresionado y más aún cuando sus métodos parecían conducirme a la victoria".
Vandenbroucke terminó su intervención confiando en no haberse equivocado y reconociendo su ingenuidad. "Quizás he sido un ingenuo, pero no deshonesto".
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