El arte contemporáneo entra por primera vez en el Monasterio de Pedralbes
Sigue siendo un remanso de paz, como en el siglo XIV. Pero junto a la aportación espiritual de las obras y las piedras de siglos pasados, el monasterio de Pedralbes tiene, desde ayer, un refuerzo más actual al clima de recogimiento artístico. La escultora de origen franco-iraní Parvine Curie (Nancy, 1936) presenta en el jardín del claustro una exposición retrospectiva de sus últimos 30 años de trabajo. "Si las esculturas hablaran, creo que estarían encantadas de encontrarse en este lugar tan especial", dijo ayer la artista en la presentación de la exhibición.
"Existen dos cosas a las que me siento muy ligada: los monasterios y la naturaleza", dijo Parvine Curie. "Este lugar es como una protección de la gran ciudad para mis esculturas". Curie residió durante 14 años en Barcelona, donde realizó su primera exposición individual, en 1960. Llegó a Cataluña con un deseo de conocer a fondo el arte románico. "Conozco bien los monasterios catalanes. Iba a menudo a Sant Pere de Rodes, en la época en la que había que andar por senderos hasta llegar a él. Conocí a fondo Sant Cugat del Vallès cuando no habían tantas construcciones a su alrededor. También recorrí las ermitas de los Pirineos". La artista también explica que, incluso ahora que reside en París, realiza periódicos viajes a Tarragona para visitar Poblet y Santes Creus. En la exposición se puede contemplar una escultura dedicada a Santa Maria del Mar, basílica cercana a su antiguo estudio. "Siempre he soñado hacer esta pieza en grande para ofrecerla a la ciudad de Barcelona", señaló. La actual exposición es una producción conjunta del Museo Monasterio de Pedralbes en colaboración con Presénce de l"Art Contemporain (PACA). Las obras que pueden contemplarse son construcciones cálidamente geométricas a las que, según su autora, no se les puede clasificar de estrictamente abstractas. "Existen influencias y alusiones a temas tangibles". Para Curie, en su obra está presente la arquitectura, pero también lo más directamente humano. En conjunto, se exhiben 33 esculturas que abarcan 30 años de trayectoria, a las que hay que sumar otras 12 que la artista ha realizado entre 1997 y 1999. La exposición, que podrá contemplarse hasta el 31 de agosto, nació de una conversación de Parvine Curie con el profesor de Historia Medieval José Ramón Julià, quien hizo la propuesta a la directora del Museo del Monasterio de Pedralbes, Camil.la González Gou. La artista Parvine Curie tamibén expone estos días en la galería Maeght de Barcelona en donde, hasta el 29 de mayo, presenta una muestra de collages y pequeñas esculturas. Junto a la inédita presencia de obra artística contemporánea, esta exposición permitirá al visitante pasear por los jardines del interior del claustro, espacio donde se han instalado las piezas. Como norma, este lugar, aunque esté abierto visualmente, está cerrado al paso del visitante. Otros aliciente A este aliciente novedoso se suma otro interés que ofrece el recinto, en el que todavía puede visitarse en el espacio de la colección Thyssen-Bornemisza la exposición Siete mujeres que leen, que muestra siete cuadros de la colección en que aparecen mujeres leyendo. La exhibición tiene también el estímulo de las conferencias en las que siete escritoras hablan sobre uno de los cuadros. El próximo 20 de mayo, Maria Barbal comentará La Virgen y el Niño con las Santas Margarita y Catalina, obra de un seguidor de Michael Pacher. El 3 de junio, Josefina Aldecoa hablará de Santa Marina, de Zurbarán, y el 17 de junio, María Mayoral hará unas cuantas reflexiones inspirada por el Retrato de Helena de Kay, de Winslow Homer. Sólo por ver y pensar este cuadro, la visita merece la pena. El horario de visita, tanto de la exposición como de la colección Thyssen y del museo del monasterio, es de martes a domingo, de 10.00 a 14.00 horas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.