Polémica en Brasil por el aumento de publicidad encubierta en las telenovelas más populares

Preocupación en Brasil por el aumento de una clase de publicidad muy controvertida, la de los corredores de seguros, camuflada entre los personajes de las famosas telenovelas. Este tipo de publicidad mueve cientos de millones de dólares, cifras que las empresas implicadas prefieren no confesar.El mecanismo es muy sencillo. Una empresa de seguros se pone de acuerdo con la cadena de televisión que va a lanzar una nueva telenovela y pacta con ella la aparición en dicho programa de un personaje que exalta las ventajas de suscribir un seguro de vida, por ejemplo, a través de un clásico corredor de seguros. Ha sido el caso del simpático personaje Pereira. En una de las telenovelas más vistas, que se emite a 20.00, Suave veneno, de la TV Globo, no se cansa de alabar las ventajas de hacerse un seguro de lo que sea.

La Federación Nacional de Corredores de Seguros (Fenacor) pagó para que existiera el personaje de Pereira 10,5 millones de pesetas. "Nuestra idea es difundir la imagen del corredor de seguros sin que la gente se dé cuenta de que se trata de una publicidad", ha explicado el publicitario Faruk el Khatib, director de una empresa de Curitiba que vendió la idea a la Federación Nacional de Corredores. José Roberto Panteado, vicepresidente de la Escuela Superior de Propaganda y Marketing, subraya que de esta forma la publicidad "pasa dulcemente, sin que los espectadores pongan resistencia, como sería si se tratase de un anuncio explícito".

La polémica abierta en la prensa es si dicha publicidad camuflada y buscada creando personajes para ello responde a las normas éticas de la publicidad. Según la opinión de muchos críticos, en dichas telenovelas debería aparecer bien claro que dicho personaje, como el de Pereira, fue solicitado y pagado por la institución de corredores de seguros.

Las televisiones no quieren comentar el asunto, a pesar de que cuentan casi todas con departamentos especiales para el desarrollo de este tipo de propaganda.

TV Globo, la cadena que ofrece los culebrones más famosos, cuando escribe el guión de uno de ellos, lo pasa inmediatamente después a las agencias para que busquen ocasiones de encajar la publicidad camuflada. Un caso concreto fue el de La torre de Babel. En el guión explotaba un supermercado. Colocar allí a un corredor de seguros, a la Federación Nacional de Corredores le costó 30 millones de pesetas. Pero todo ello se hace bajo cuerda y en voz baja, aunque es un secreto a voces de lo que, en la práctica, los telespectadores no tienen cómo defenderse.