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Una juez ordena al Seprona que frene los vertidos en el marjal de Tavernes

La titular del juzgado de primera intancia e instrucción número cuatro de Sueca, Amparo Tur, acaba de ordenar al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil que "como medida cautelar proceda a la total paralización de todo tipo de actividades en la partida de El Ràfol, en el término municipal de Tavernes de la Valldigna", una finca donde se investiga el aterramiento del marjal de La Safor con lodos de mármol de la empresa de Gandia Mármoles Compac, SA. Esta media cautelar está motivada por la incorporación al expediente judicial de un informe del Seprona en el que se informa a la juez de que en la finca se están realizando "trabajos encaminados a la instalación de unos tubos de hormigón para drenaje de aguas en los campos de naranjos", precisamente en la partida en la que se investiga desde otoño un delito contra el medio ambiente por el aterramiento del marjal, incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas elaborado por la Consejería de Medio Ambiente pero que el Consell no ha aprobado oficialmente. Sobre las obras descritas por la Guardia Civil, la agrupación conservacionista Instituto de Defensa y Estudio Ambiental (IDEA), vinculada a Esquerra Unida y personada como acusación particular en el caso, ha alertado que "de nuevo los denunciados tratan de despistar, al no reconocer que se está procediendo a la entrada de más vertidos con nuevos aterramientos". IDEA también exige que tanto el Seprona como la Policía Local de Tavernes y la Guardería Rural vigilen "fielmente el cumplimiento del auto judicial". Auto de paralización El supuesto atentado ecológico contra el marjal de La Safor, enclavado en los términos municipales de Gandia, Xeresa, Xeraco y Tavernes, y, con 1.292,5 hectáreas, uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana, ocupó la atención de los medios en verano pasado. En agosto se desveló que la marmolera gandiense, propietaria de la mencionada partida, vertía desde hace años los lodos de mármol (residuos de su producción) en las lagunas del marjal para transformarlo en una finca agrícola. El método, muy frecuente en la destrucción de los humedales de la Comunidad, consiste en extraer el limo fértil bajo el agua, elevar el suelo con escombros y otros residuos y volver a tapizar la superficie con la cubierta productiva. La finca transformada, a cota más alta, es más difícil de inundar, pero el humedal queda así gravemente dañado. Una vez abierto el expediente judicial, la magistrada Amparo Tur ya ordenó el pasado 12 de noviembre la paralización de todos los vertidos y aterramientos. Sin embargo, según denunció recientemente IDEA, éstos has proseguido, desapareciendo varias laguas bajo una avalancha de miles de toneladas de escombros y polvo de mármol. Tras la denuncia, la última inspección del Seprona detectó movimiento en la finca, pero los propietarios alegaron estar instalando tubos de hormigón. IDEA no se lo cree. Y de momento la juez ha ordenado al Seprona que impida cualquier actividad en El Ràfol.

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