Cambios con discreción

L a presentación por parte del PP de nada menos que 1.100 preguntas al Gobierno en el Parlamento marca un punto de inflexión en la trayectoria de esta fuerza política en Andalucía. Mientras su principal promotor, el portavoz popular Antonio Sanz, considera que es la mejor forma de hacer una radiografía exacta de la gestión de Manuel Chaves, en el PSOE se estima que es un claro intento de atascar el funcionamiento de la Junta, que tiene 20 días para contestar. La singular iniciativa del debutante Sanz tampoco provoca entusiasmo que digamos entre sus compañeros de oposición, en IU, formación que a estas alturas tiene un mayor reconocimiento del trabajo de su antecesor, Manuel Atencia. Igualmente, se interpreta esta medida como el mejor signo de que al final "la cabra tira al monte", o lo que es lo mismo, en palabras de Gaspar Zarrías, que estamos ante "la jarraización" del PP andaluz, un brusco giro a la derecha, sobre todo, marcado por la radicalidad. De todas formas, el nuevo talante del PP, si es que lo hay, se comprobará más fehacientemente en el debate sobre el estado de la comunidad que se celebrará los días 26 y 27, tal y como lo ratificará esta semana la Junta de Portavoces de la Cámara andaluza. El estruendo creado por el impulso del PP viene bien, no obstante, para dejar en segundo plano el relevo que se ha producido en su cúpula directiva. A la marcha de Atencia le sigue la del secretario general, Juan Ojeda, incluso del grupo parlamentario una vez sea elegido eurodiputado. Todo ha sido en cuestión de días, cambios profundos, de forma rápida y casi en silencio, sin quejas de nadie. Al menos que se sepa. Unas modificaciones y caídas que se justifican siempre por motivos personales, según el secretario general, Javier Arenas. Se trata de un procedimiento cuanto menos ejemplar para resolver una auténtica crisis de partido, esto es: sin escándalos y sin derramar una sola gota de sangre. Al menos por ahora, aunque ya se velan armas en algunas provincias contra el llamado "clan gaditano", constituido por el propio Sanz y la presidenta regional, Teófila Martínez, cara al próximo congreso regional de julio. Esta forma de actuar de algunos partidos es, a pesar de todo, el mejor camino, sin duda, para llegar intacto a las elecciones municipales. Este lunes se cierra el plazo para la presentación de listas. El PDNI tiene fijada reunión de su ejecutiva hoy. No se descarta que formalice nuevas candidaturas, tanto en Sevilla capital como en varias localidades de la provincia. Con ello, los de Herminio Trigo y Jerónimo Andreu se van a presentar ante el pueblo andaluz de distintas formas: solos, integrados en el PSOE e incluso sin lista alguna. Una clara falta de coherencia de la que, hasta ahora, nadie se hace responsable en Andalucía. Con vistas a dichas elecciones, en el Consejo de Gobierno se espera además que se produzcan los ceses de aquellos delegados provinciales y demás altos cargos de la Junta que concurrirán a los comicios locales. En el ámbito laboral, las centrales UGT y CCOO han de poner en marcha una primera fase de movilizaciones contra el temido recorte del subsidio agrario en Andalucía. Una reacción que surge tras el sonoro fracaso de las negociaciones o más bien contactos que durante meses mantuvieron con el Gobierno de Madrid para buscar un sistema alternativo de protección social de los jornaleros del campo. Tampoco se descartan nuevas protestas de los trabajadores de los astilleros públicos de Andalucía. Los de Puerto Real (Cádiz) han acentuado sus movilizaciones con el corte del Puente Carranza con barricadas. Decían que de esta forma cumplían las indicaciones de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Ésta se ha apresurado a contradecirles y negar este extremo, aunque, eso sí, admite que una protesta civilizada de los trabajadores vendría bien para reforzar sus reivindicaciones a Madrid y conseguir nuevos pedidos para la factoría. ANTONIO YÉLAMO