La justicia que no llega

En noviembre de 1997 los abogados navarros fueron a la huelga. La situación de la jurisdicción contencioso-administrativa era alarmante y decidieron protestar con una medida insólita ante una realidad que vulneraba los derechos de los ciudadanos a un procedimiento judicial rápido y efectivo. Hoy, en mayo de 1999, la situación es parecida. El embudo de la justicia en Navarra sigue estando en la misma jurisdicción contencioso administrativa, con más de 6.700 asuntos pendientes de resolución. El juzgado unipersonal creado el pasado año y los dos que echarán a andar en junio próximo aspiran a aliviar en lo posible una situación preocupante. Gracias a ese compromiso los letrados navarros sellaron la paz. La memoria del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) y el informe que la pasada semana expuso el vocal navarro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Javier Moscoso al pleno de esta institución, reunido en Pamplona, coinciden en denunciar la falta de medios humanos y materiales para conseguir una justicia rápida y eficaz. Javier Delgado, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, es un hombre muy vinculado a Navarra. Además de haber trabajado en varios juzgados de esta comunidad años atrás, sus padres son navarros. No le pilló por sorpresa que el ex ministro Javier Moscoso, vocal delegado del Consejo para Navarra, destacara la urgencia de crear un nuevo juzgado de instrucción en Pamplona, un juzgado más en la jurisdicción social y, ante todo, de desatascar el procedimiento contencioso-administrativo de una vez por todas. Es cierto que la comunidad acabó 1998 con una reducción del 3,5% en la lista de espera global frente a una reducción mínima del 1% registrada en toda España, pero los 16.000 casos pendientes (6.718 de ellos en lo contencioso) demuestran que en el último año apenas se ha aligerado la carga de trabajo sobre los 32 juzgados y tribunales existentes. Aunque la mayor tarea procede del ámbito penal, con 32.000 casos planteados en 1998, el número de asuntos pendientes es de unos 5.000, la misma cifra que el año anterior. Donde se genera de nuevo el problema más grave es en la jurisdicción en la que ciudadanos e instituciones litigan contra las resoluciones de las administraciones. Hasta hace poco una sala del propio TSJN con tres magistrados se encargaba de resolver estas materias (2.400 asuntos nuevos el pasado año), pero la acumulación de asuntos es tal que los tres nuevos juzgados unipersonales creados en mayo de 1998, y que atenderán exclusivamente temas nuevos, apenas se harán notar en los primeros meses de funcionamiento. Fuentes del Colegio de Abogados recuerdan que para eliminar la lista de espera de lo contencioso harían falta 17 jueces trabajando en exclusiva todo un año. Aunque los problemas en relación al uso del euskera ante los tribunales ha sido menor en Navarra, la propia memoria del TSJN solicita una ampliación de plantilla para permitir que exista una plaza oficial de traductor de euskera, que ahora tiene carácter interino.