Temores fundados
La persistencia de la realización de beneficios en Wall Street, por segundo día consecutivo, ha contagiado a los mercados de valores europeos, que no encuentran argumentos que oponer a la retirada de los inversores. Los eventos que celebra en estos días la bolsa española -firma de acuerdos internacionales y algún que otro inicio de contratación de sociedades- han relegado a un segundo plano la situación económica, con la confirmación de la desaceleración en el crecimiento y la permanencia de las tensiones inflacionistas.El crecimiento del 3,5% en el PIB del primer trimestre confirma los peores temores de los analistas, mientras que nadie levanta la voz para adelantar mejores datos para el IPC de abril. Las cuentas no cuadran debido al comercio exterior, hay crisis por ahí fuera, y conviene recordar ahora que Estados Unidos ha advertido recientemente sobre la posibilidad de que las crisis financieras den paso a una crisis comercial.
Ése es el fondo del mercado, pero las formas vienen definidas por las operaciones que cada día dan la sensación de que el ambiente es positivo, tanto por los nuevos valores que acuden al mercado, como por los proyectos para hacerlo crecer.
La contratación de esta jornada fue de 1.027,20 millones de euros, 170.912 millones de pesetas, un dato que vuelve a plantear la discrepancia entre el ambiente que se respira en el mercado y el movimiento de acciones.
La Bolsa de Nueva York mostraba todavía a media sesión una actitud de extremada prudencia por parte de los inversores ante los últimos datos económicos, todos ellos buenos. Al cierre subió un ligero 0,64%, 69,30 puntos, y se situó en 10.995,40.
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