Bancos en San Diego

Tengo 79 años de edad, y varias enfermedades, una de ellas, que soy cardíaco, operado dos veces. Me cuesta bastante trabajo andar, y cuando ando, me asfixio. Cuando no encuentro un lugar para descansar, a pesar de llevar encima mis medicamentos, es como morirme. El año pasado escribí a la Asociación de Vecinos de la barriada de San Diego solicitando la creación de unos bancos en el paseo central. El paseo, para las personas de mi edad, es un largo trayecto sin poder descansar. El presidente de la Asociación de Vecinos me contestó diciendome que me dirigiera al Ayuntamiento, que era a quien correspondía mi petición. Pero, antes de hacerlo, escribí al periódico Ronda del norte (Macarena), distrito al que pertenece la barriada de San Diego. A pesar de ser publicada la carta, nadie inició obra alguna. Después, tras un tiempo de espera, me dirigí al Ayuntamiento de Sevilla, alcaldía y Urbanismo y, hasta el día de hoy: silencio total. Seguro que las cartas han ido al cesto de los papeles. Urbanismo tiene su razón: a Rojas-Marcos solamente le interesa salir en la prensa y en la televisión, exponiendo todo sobre el Estadio Olímpico y Sevilla para el año 2000. Con decir después flores para él, como el promotor, claro con el dinero de los contribuyentes sevillanos, él después repetirá, cuando sean las próximas elecciones municipales, su lema del PA: "Yo amo a Sevilla". Pero no tiene presupuesto para un arreglo de una barriada sevillana como es San Diego. En las próximas propagandas electorales, tanto el PP como Rojas-Marcos, nos ofrecerán a los sevillanos el oro y el moro. Finalmente, en vista del silencio total de la señora alcaldesa y de Rojas-Marcos, hace 15 ó 20 días escribí de nuevo al presidente de la Asociación de Vecinos, y sigue sin contestarme. En fin, lo que pido es la construcción de bancos en el paseo. Además, en un trozo de acera que existe entre un campo de fútbol y una iglesia el pavimento es de adoquines sobresalientes y se tropieza al andar. Una vez no me caí al suelo gracias a que iba agarrado a mi señora. Ese arreglo, con una lechada de cemento sobre los pavimentos, sería un buen arreglo para ser andado despacio. Hasta que no suceda un accidente, y una persona sufra una caída con sangre... Todo será después pedir responsabilidad y nadie sabrá nada. El ejemplo lo tenemos presente: las cinco víctimas del Bazar España, así como lo de la calle Bustos Tavera.- Manuel Avilés Mora. Sevilla.