7.000 personas en el último funeral
Unas 7.000 personas abarrotaron el jueves el Trinity Christian Centre, de Littleton, durante el funeral del joven Isaiah Shoels, la única víctima de raza negra en la masacre del pasado 20 de abril. Fue el último de los 13 entierros que vivió este pueblo en los últimos días, y probablemente el más emotivo.Diversos testigos de la matanza habían asegurado en sus declaraciones que Eric Harris y Dylan Klebold se habían ensañado especialmente con Shoels. El jueves, durante los servicios funerarios, los oradores (familiares, profesores y el gobernador de Colorado, Bill Owens), hablaron de "racismo patológico" y de "una nueva era de crímenes de odio". "Una de las razones por las que murió fue el color de su piel", dijo el reverendo Dennis Leonard a la multitud reunida.
Por otra parte, la policía del condado de Jefferson aseguró ayer que fue un ex compañero de trabajo de la pizzería donde trabajaron Harris y Klebold quien medió para que los dos jóvenes consiguieran la poderosa pistola semiautomática Tec-DC9 utilizada en el asalto. Se desconoce la identidad del hombre, que ayer fue interrogado por la policía sin estar detenido. El dueño de la pizzería, llamada Black Jack Pizza, aseguró que no sabía nada de los planes de los asesinos.
También se conoce, o por lo menos eso aseguran los investigadores, el derrotero que siguió la pistola: fue fabricada en Miami, de ahí pasó a un vendedor mayorista de armas en Illinois, y de ahí a Just Guns, una pequeña tienda de armas en los alrededores de Denver. La tienda cerró hace un año, y su dueño ha declarado que un ex empleado suyo vendió la pistola en una feria de armas.
Además de la pistola, Harris y Klebold utilizaron tres armas largas, provistas por la novia de Klebold, Robyn Anderson, que también compró los rifles en una feria. La adolescente, de 18 años, fue citada a declarar como testigo.
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