_
_
_
_
_

"Está emocionado pero muy cansado"

Araceli, la compañera de Juanito, sigue desde Vitoria la hazaña

Araceli le contó ayer a Juanito el revuelo que ha montado su hazaña en el Annapurna. "Me ha llamado por teléfono desde el campamento tres. Está emocionado pero muy cansado. Todavía sigue en tensión porque sabe que hasta que no llegas abajo, la montaña no se acaba. Pero ahora que ha pasado lo más difícil me he atrevido a contarle que por aquí todo el mundo está pendiente de él, que el teléfono de casa no para de sonar, que las radios, los periodicos y la televisiones hablan sin cesar de él".La compañera de Juanito ha subido el Annapurna desde su casa de Vitoria. Araceli se sabe de memoria las etapas, los partes meteorólogicos y las dificultades del terreno. Juanito se marchó de casa el 25 de marzo y desde ese día está en vilo. "He pasado malos ratos aunque estoy acostumbrada. Ya sabía que mi vida al lado de Juanito iba a ser así. Nos conocimos en un club de montaña. Uno de nuestros primeros viajes fue subir el Mont Blanc. Yo antes le acompañaba más, ahora me ocupo de la pescaderia que tenemos, así el puede seguir con lo suyo". Además, Araceli tiene que tomarse ahora las cosas con calma: espera su primer hijo para septiembre. "Se llamará Mikel, no me importaría que fuera montañero pero de fines de semana, no como su padre, que siempre anda por ahí".

Más información
"Es el final de una parte de mi vida"
Pancartas artesanales
La coreana Gy y el sherpa Kami, desaparecidos tras hollar el Annapurna

Araceli cuenta que Juanito no responde al prototipo del montañero solitario de carácter algo huraño. "Tiene muchos amigos, le gusta estar con su cuadrilla, echar una partida, y contarle a todo el mundo sus andanzas". Tampoco, como pudiera pensarse, dedica mucho tiempo a su preparación física. "Sólo corre un poquito y los fines de semana se va a Pirineos a entrenarse, nada más". Juanito tiene un físico natural que le permite estas aventuras. En 1985 subió su primer 8.000. Fue el Cho Oyu; en 1987, el G2, y en 1992 se marchó al Himalaya a buscar vías de dificultad y fue allí cuando se dio cuenta de que podía intentar inscribir su nombre en el reducido club de los que han logrado conquistar los 14 ochomiles.

Juanito le ha contado a Araceli que espera que este esfuerzo le sirva para encontrar más financiación para sus aventuras. La siguiente será la próxima primavera. "Juanito quiere ahora subir el Everest sin oxigeno", cuenta resignada Araceli.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_