El ministerio anuncia reformas en la ley y el Consejo de Universidades

La ausencia del ministro de Educación, Mariano Rajoy, en el acto de ayer, que sorprendió a la mayoría de académicos valencianos y españoles congregados, estuvo compensada, sin embargo, por el anuncio del secretario de Estado para las Universidades, Jorge Fernández, que planteó la necesidad de "una futura Ley de Universidades", que sustituya el estrecho corsé que hoy por hoy representa ya la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983. Fernández aseguró que para resolver las principales cuestiones universitarias a debate, como evitar duplicidades en materia de investigación y desarrollo, compaginar la secular tradición de la autonomía universitaria con las instituciones autonómicas y favorecer, entre otros, la movilidad del personal investigador, se requiere de un nuevo marco legal. El recién nombrado secretario de Estado abrió, además, otra brecha de optimismo entre los miembros de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), al adelantar que el nuevo equipo del ministerio "quiere potenciar todas las facultades y competencias del Consejo de Universidades". Un órgano que, durante la gestión de la anterior ministra Esperanza Aguirre, protagonizó serios enfrentamientos con la política universitaria del Gobierno. Según Fernández, el nuevo consejo "debe convertirse en la piedra angular sobre la que se edifique el sistema universitario español". Ambas propuestas del ministerio recogen a priori dos de las principales reivindicaciones de las universidades españolas que ayer recordó el rector Pedro Ruiz en su discurso. "Se hace urgente una renovación profunda de la universidad española en general, para lo cual es preciso modificar el marco legal que la constriñe y le impide aprovechar mejor los recursos de que dispone y dificulta su adaptación a los cambios sociales con la rapidez que nuestra época exige". Ruiz subrayó que los debates que han mantenido esta semana en Valencia las 16 universidades que integran el Institut Joan Lluís Vives y la asamblea general de la CRUE muestran "hacia dónde deberían caminar las reformas que durante demasiado tiempo han sido postergadas por los gobiernos que se han sucedido en los últimos años". "El miedo a la novedad es signo de conservadurismo", resumió el ex presidente de la conferencia de rectores europeos, Josep María Bricall, en su conferencia inaugural. "Una celebración como la de hoy es una ocasión para darnos cuenta de dónde estamos y de dónde venimos", precisó sin olvidar que el futuro del sistema universitario y la búsqueda de nuevos retos universitarios "no puede ser fruto de iniciativas aisladas de las diferentes instituciones, sino de toda la sociedad".