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Littín concluye en una aldea gallega el rodaje de "Tierra del Fuego"

El director chileno afirma que "los amos poderosos del cine actúan como una mafia"

Xosé Hermida

Fue un viaje transoceánico para grabar únicamente unos cuantos planos, pero al menos el equipo se tomó un respiro tras las infernales condiciones en que trabajó durante los dos últimos meses en los gélidos parajes de la Patagonia chilena. Un idílico rincón de la montaña de Lugo sirvió a Miguel Littín (Palmilla, Chile, 1942) para acabar el rodaje de Tierra del Fuego, una historia de amor, emigración, matanzas y ambiciones ambientada en el tránsito de los siglos XIX al XX.

La película está protagonizada por Jorge Perugorría y Ornella Mutti, aunque sólo la actriz italiana se desplazó a O Cereixal, una aldea del municipio lucense de A Fonsagrada, para grabar un par de planos.A sus 44 años, la Mutti sigue conservando el carisma de las sex symbols, pero su paso por Lugo fue tan discreto que apenas se dejó ver. El primer día de rodaje se encerró en un coche, para decepción de los curiosos que se habían congregado en el lugar. Según parece, la actriz italiana se había mareado en la sinuosa carretera que une la ciudad de Lugo con A Fonsagrada, en el límite entre Galicia y Asturias, aunque algunos prefieren creer que no quería que la viesen caracterizada como una anciana.

Ayer compareció al fin ante la prensa, pero la felicidad tampoco pudo ser completa, porque privó a la concurrencia del paisaje de sus admirados ojos, ocultos tras unas gafas de sol que prefirió no quitarse porque le molestaba la luz. Mutti interpreta a la dueña de un prostíbulo que decide financiar los delirios del aventurero rumano Julius Popper (Perugorría), empeñado en encontrar oro en Tierra del Fuego. En realidad, el verdadero motivo del desplazamiento a Galicia era el personaje de Nancho Novo. El actor español interpreta a un emigrante gallego en Chile que acaba dando su vida por defender a los indios de la rapiña colonizadora. Littín decidió incluir algunas escenas de la infancia del personaje, y la localización se la dio hecha el gallego Julio Fernández, cuya productora Filmax participa en el proyecto junto a capital chileno e italiano. Fernández escogió un lugar de su propia aldea que dejó a Littín "impresionado" ante los bosques de robles y sauces, las praderas y el arroyo de la montaña.

Tampoco sorprende la fascinación por este lugar del realizador chileno, que en 1982 perdió el Oscar a la mejor película extranjera ante José Luis Garci y que se hizo célebre por el documental que rodó clandestinamente en su país durante la dictadura de Pinochet, una aventura que luego noveló Gabriel García Márquez.

El mundo rural

Su primera película, El chacal de Nahueltoro, estrenada en 1968, versaba ya sobre un crimen rural, y, desde entonces, ése ha sido el ambiente predominante en su filmografía. "Nunca ruedo películas urbanas", explica Littín, "porque las ciudades ahogan la individualidad".

De Tierra del Fuego tampoco está ausente el mensaje político, otra de las constantes de la obra de Littín. La historia retrata a una abigarrada multitud de emigrantes de toda Europa que llega a Tierra del Fuego con la mentalidad abierta del pionero y a la que "sus ambiciones acaban convirtiendo en conquistadores", en palabras de Littín. Los aventureros se transmutan finalmente en genocidas de indios en una especie de "tragicomedia valleinclanesca".

La película está basada en una novela de Francisco Coloane y el guión lleva la firma de otros dos escritores, el también chileno Luis Sepúlveda y el italiano Tonino Guerra. La novedad es que esas matanzas se ubican en una época relativamente reciente, el último cambio de siglo, que al director le interesa mucho "por las similitudes con el momento actual".

Littín, que ocupó un cargo en el Gobierno de Salvador Allende y ahora es alcalde de su pueblo, no desaprovechó su encuentro de ayer con los periodistas para defender su idea de una alianza entre las cinematografías europea y latinoamericana para plantar cara al poder omnímodo de Hollywood, "los poderosos amos del cine que se comportan como una mafia", según su opinión. Por la Babilonia californiana anduvo también durante una época Ornella Mutti, quien llegó a protagonizar una película con Sylvester Stallone. "No tuve fuerzas para quedarme allí", comenta la actriz, "es un mundo muy competitivo, y los directores y técnicos europeos aún tienen oportunidades, pero a los actores nos resulta más difícil, porque allí hay muchos, y buenos".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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