Intensa búsqueda en el Reino Unido del asesino de la presentadora

El retrato robot del principal sospechoso del asesinato de Jill Dando, la malograda periodista de la BBC, será hecho público presumiblemente hoy por Scotland Yard. Obtenido gracias a la descripción proporcionada por los siete testigos que vieron huir, instantes después del crimen, a un hombre blanco, servirá para refrescar la memoria de otros transeúntes, en un caso que ha creado una expectación inusitada en el Reino Unido. La policía no excluye ningún motivo, incluso el pasional, aunque no desconfía de Alan Farthing, novio de la fallecida. En señal de respeto, la televisión pública británica suprimió anoche una edición especial de Crimewatch, el espacio de sucesos por ella presentado.

Mientras los agentes cubrían con planchas de madera la tienda que oculta la fachada del domicilio londinense de la presentadora, se ha sabido que el inmueble estaba ya vendido. A las indagaciones sobre las señas de los nuevos dueños se suman los análisis del crimen efectuados por psicólogos. Uno de ellos, Oliver James, declaró: "Desde luego parece el trabajo de un asesino a sueldo, pero resulta extraño que la esperara frente a su casa durante una hora. Lo más probable es que se trate de alguien que había tenido algún tipo de relación personal con ella".