Molins replica a Oriol Pujol que la oposición que hace CiU es la correcta
En Convergència Democràtica (CDC) también está permitido discrepar incluso del propio hijo del presidente de la Generalitat y del partido. Ayer, Joaquim Molins desmintió que la oposición de Convergència i Unió (CiU) en el Ayuntamiento de Barcelona sea de "guante blanco" tal como sostiene Oriol Pujol Ferrusola, integrante de su lista. Molins, candidato de la coalición nacionalista a la alcaldía de Barcelona, hizo públicas ayer las líneas básicas de su programa electoral.
Oriol Pujol, actual director general de Asuntos Interdepartamentales de la Generalitat y número 10 de la lista de CiU en Barcelona, ofreció en El Periódico del pasado lunes su particular análisis sobre las razones de por qué la coalición ha perdido repetidamente las elecciones municipales en esta ciudad. El quinto hijo del presidente catalán disparó directamente a la línea de flotación de Miquel Roca, jefe de la oposición en el Ayuntamiento, cuando acusó al grupo municipal de CiU de haber practicado una "oposición de excesivo guante blanco, que nos [CiU] ha desdibujado". Además añadió: "A ello ha contribuido que en los distritos en los que CiU ganó, compartamos las tareas de gobierno, pero con las manos atadas". Molins ve las cosas de diferente forma. "Son las dos caras de una misma moneda", afirmó el candidato, que se esforzó en convencer de que sus palabras y las del hijo del presidente de su partido no entran en contradicción alguna. La oposición que practica Convergència i Unió es en positivo, "anteponiendo el interés general del ciudadano al del partido", no sólo en el Ayuntamiento de Barcelona, sino en todas las instituciones donde la coalición nacionalista permanece en la oposición. Esta política, a juicio de Joaquim Molins, tiene sus inconvenientes porque "impide marcar las alternativas o la diferente manera de hacer las cosas". Pero para ello existen las campañas municipales, "para presentar las alternativas a los ciudadanos", agregó el candidato nacionalista. Molins está tan seguro de que este comportamiento es el idóneo y correcto que en caso de seguir en la oposición después de las elecciones del 13 de junio -extremo que descartó a pesar de todas las encuestas- practicará la misma política. "No cambiaré mi forma de actuar. Yo sé construir, no destruir", sentenció. El proyecto que propone el candidato nacionalista "es ilusionado para conseguir el apoyo mayoritario de la gente". El proyecto quedará plasmado en el programa electoral, que en la noche del pasado lunes aprobaron los consejos de Barcelona de Unió y de Convergència. Plan urbanístico Joaquim Molins adelantó en una conferencia de prensa las líneas básicas de su programa, que se basa en tres compromisos de Barcelona: con las personas, con ella misma y con el país. La existencia de un Plan General Metropolitano, después de más de 20 años de su redacción, no resuelve adecuadamente los problemas reales de Barcelona por lo que, según Molins, la ciudad debería disponer de uno propio. "Ya está bien de ir haciendo modificaciones parciales a este plan, a corto vuelo", afirmó. El objetivo del nuevo documento urbanístico es conseguir que Barcelona no pierda liderazgo en la región metropolitana porque, según afirmó el candidato nacionalista: "Varias ciudades están pasando la mano por la cara a Barcelona en crecimiento económico y en concentración de actividad industrial". Sin embargo, Molins aclaró que ello no significa que Barcelona haya beneficiado a otras ciudades en detrimento propio "porque también ha centrifugado hacia fuera".
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