Administraciones Públicas reprende a Cultura por no haber rehabilitado aún el Convento de la Trinidad
Aunque por sus gestos quiera aparentar lo contrario, el gobierno español sabe que el tema del incierto destino del Museo de Málaga, almacenado hace más de un año en el Palacio de la Aduana, es una bomba política. El Ministerio de Administraciones Públicas envió en febrero una carta al de Educación y Cultura reprendiéndole por no haber iniciado aún la rehabilitación del convento de la Trinidad, apuesta del Gobierno para acoger el museo, a la que se opone la ciudadanía, que prefiere la Aduana. "Es la única forma de desactivar los centros de polémica", dice la carta.
En un escrito fechado el pasado mes de febrero, firmado por Jaime Rodríguez, subsecretario del Ministerio de Administraciones Públicas, y dirigido a Ana María Pastor, homóloga del Ministerio de Cultura y Educación, se amonestaba a este departamento por no haber aún iniciado las obras de rehabilitación del Convento de la Trinidad y se le instaba a hacerlo cuanto antes. "Es la única forma de desactivar los centros de la polémica surgida en Málaga", decía la carta, cuyo contenido fue ayer adelantado por los servicios informativos de la cadena SER en Málaga. La carta no ha sido respondida todavía, ni el Ministerio de Cultura ha iniciado obra alguna. El convento de la Trinidad es la apuesta del Gobierno para acoger el almacenado Museo de Bellas Artes y Arqueológico de Málaga. Sin embargo, la opinión mayoritaria prefiere el Palacio de la Aduana, sede actual de la subdelegación del Gobierno, cuyo uso precisamente depende de Administraciones Públicas. En un ático de este céntrico edificio se encuentran almacenados los 2.000 cuadros del Bellas Artes. El pasado 6 de junio, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, prometió en Málaga, en una visita llena de descalificaciones a los partidarios de la Aduana, que las obras en el Convento de la Trinidad comenzarían el pasado otoño. Hasta la fecha, nadie ha movido un dedo. Hace ya meses que el Ministerio de Cultura aprobó el segundo proyecto museográfico que en su día exigió a la Junta para iniciar la rehabilitación. El primero fue calificado de Cortés de "panfleto sin rigor técnico". Sin embargo aún no ha salido en el BOE la convocatoria pública para la licitación de obras. El Gobierno destinó para este año 160 millones de pesetas de su presupuesto para este apartado, calculando en más de 1.300 millones el coste total del Museo y un plazo máximo de tres años, a partir de junio pasado, para inaugurarlo. Hace dos semanas, Carmen Calvo se reunió en Madrid con el actual titular de Cultura, Mariano Rajoy, para recordarle la preferencia mayoritaria de los malagueños por la Aduana. Rajoy fue tajante: "La Aduana no es ni será nunca la sede del museo de Bellas Artes". Por otra parte, ayer se reunieron los candidatos a la alcaldía de Málaga de todos los partidos políticos, a excepción de Celia Villalobos, para suscribir el decálogo recientemente elaborado por la Plataforma La Aduana para Museo. Tanto Rafael Rodríguez (IU), como Francisco Oliva (PSOE) y Carlos Lucena (PA) se comprometieron a incluir dicho decálogo en sus programas. Entre otros puntos, el manifiesto exige el desalojo del Palacio de la Aduana por parte de la subdelegación del Gobierno, la realización de un programa museográfico específico para este edificio, la difusión de la colección del Bellas Artes entre la ciudadanía y el aumento de las acciones reivindicativas. La ausencia de Villalobos compromete aún más su posición en el tema del Museo de Málaga. Fue ella la primera persona que se comprometió a que la Aduana fuese la sede del Museo de Bellas Artes, arropada por la entonces titular de Cultura y Educación Esperanza Aguirre. La oposición de Mariano Rajoy, en aquella época titular de Administraciones Públicas, obligó a ambas políticas del Partido Popular a desdecirse. Villalobos desde entonces se ha movido entre la desacreditación de la plataforma y la defensa de un indefinido "uso cultural" futuro para la Aduana.
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