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Un enfermo psiquiátrico de 62 años mata a puñaladas al novio de su hija

Juan M. P., de 62 años, apuñaló ayer hasta la muerte al novio de su hija, Juanjo Fonseca, de 42 años. La tragedia se desencadenó en las escaleras de la casa donde vivían su única hija y su futuro yerno, el número 18 de la calle del Buen Gobernador (Ciudad Lineal). Tras el crimen, Juan M. P., que padecía fuertes depresiones tras la muerte de su padre y estaba siendo atendido por psiquiatras y psicólogos, salió a la calle y caminó los 300 metros que separaban el lugar del crimen de la comisaría de Ventas. Allí mostró sus manos ensangrentadas a los agentes y les contó su acción: "Acabo de hacer una gran burrada. He apuñalado a una persona". Según las primeras declaraciones de los familiares, el suegro se fue a por su yerno al enterarse de que éste acababa de dejar su trabajo de encargado en la cafetería Puente de Ventas. Juanjo, de 42 años, y Elena, de 26, se iban a casar en septiembre. Salían desde 1997 y su convivencia era "idílica", según sus amigos. Vivían juntos desde hace un año en el piso de Juanjo, que mantuvo desde el principio una excelente relación con su suegro. Éste empezó a sufrir fuertes depresiones a raíz de la muerte de su padre, hace un año, por lo que tuvo que ser tratado por médicos.

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El autor del crimen se negaba a tomar las pastillas que le recetó el psiquiatra

VIENE DE LA PÁGINA 1El pasado domingo, Juanjo se despidió de la cafetería donde trabajaba de encargado desde hacía sólo 15 días. "Dejó su puesto de forma amistosa porque no se encontraba a gusto", según dijeron anoche los empleados del establecimiento.

Ayer por la mañana, el padre de su novia se enfadó mucho al enterarse de que había dejado el trabajo. Llamó por teléfono a su hijo, le contó el motivo de su descontento y se fue a ver a la pareja. La esposa, asustada por el enojo de su marido, llamó por teléfono varias veces a casa de su hija para cerciorarse de que no habían discutido. El propio Juanjo se puso al teléfono y comentó a su suegra que "no pasaba nada", según informo ayer la policía. Sin embargo, hubo una pequeña discusión entre yerno y suegro, según explicó una vecina.

A las dos y media de la tarde la víctima se ofreció a llevar en su coche a su suegro a casa. Cerraron la puerta y bajaron las escaleras. Juanjo iba primero, Juan le seguía detrás, armado con un cuchillo de 19 centímetros de hoja que acababa de coger de la cocina y que ocultaba en un bolsillo. El crimen ocurrió entre el segundo y el primer piso. Juan cogió por el cuello a su futuro yerno, le seccionó dos veces la garganta y le remató con varias cuchilladas en el tórax y en la espalda. Juanjo murió en el acto. Juan se entregó de inmediato. La novia del fallecido, Elena, se enteró de la noticia por una vecina. "Es imposible, se llevaban bien", repetía Elena.

La madre del muerto aseguró ayer que a Juan le "habían recetado unos medicamentos, pero se negaba a tomarlos porque decía que se quedaba dormido".

Ninguno de los allegados a la pareja formada por Juanjo y Elena había notado problemas entre el fallecido y su futuro suegro. "Se llevaban fenomenal y Juan le quería mucho", dijo una prima del fallecido. La madre de Juanjo hablaba sobre el incomprensible crimen: "Es tremendo. Juan le había pedido a mi hijo que le diera un nieto, se llevaban bien. No habían tenido roces. Sabíamos que él tenía depresiones, pero nunca podíamos sospechar que hiciera eso".

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