BBV y Argentaria restan efectividad a las medidas contra la inflación
Los servicios de Estudios del BBV y de Argentaria coincidieron ayer en minimizar los efectos de las medidas contra la inflación recientemente aprobadas por el Gobierno. Mientras la previsión de Economía es que el impacto del plan de choque contra la inflación será de tres décimas este año, tanto el BBV como Argentaria estiman que apenas llegará a una. El Ministerio insistió en el efecto positivo de sus medidas, ya que servirán para "moderar las expectativas de inflación", según su opinión.
El plan del Gobierno actúa en los precios sobre los que aún tiene alguna capacidad de decisión. Por ejemplo, el recibo de la luz (rebaja del 1,5%), los aranceles de notarios y registradores (25%) o las tarifas telefónicas salvo las locales (entre el 10% y el 20%). El BBV sitúa el impacto del conjunto de medidas en 0,089 puntos (véase cuadro) y Argentaria señala que rondará la décima. La estimación de Argentaria es que el IPC se situará a final de año en el 2,2%, y la del BBV en un 2,5%, frente al objetivo oficial del 1,8%
Argentaria sitúa la previsión de crecimiento en el 3,4%, una décima menos que el Gobierno, y prevé que los tipos de interés se mantendrán estables este año, aunque pueden subir en el 2000 (entre el 0,25% y el 0,50%).
El informe de Argentaria sobre las medidas anti-inflacionistas del Gobierno destaca la necesidad de aplicar políticas fiscales más rigurosas y medidas estructurales "para ir hacia el equilibrio presupuestario y limitar el diferencial inflacionista" que, en su opinión, se debe a que "crecemos más que los demás" países de la UE. Entre estas medidas, Argentaria propone que la negociación salarial vaya ligada a la productividad de cada empresa, así como la liberalización del comercio minorista, de las tarifas, aranceles y precios determinados, y del suelo.
El Ministerio de Economía insistió ayer en que esas medidas tendrán un impacto de tres décimas y que servirán para "moderar las expectativas de inflación", favoreciendo "incluso" a aquellos sectores -como las eléctricas- que, en principio, "puedan considerarse afectados negativamente".
Economía argumenta que hay que distinguir entre las actuaciones que tienen un efecto directo e inmediato sobre el IPC y aquellas dirigidas a reformar la estructura de funcionamiento de determinados mercados, que tienen un efecto antiinflacionista más prolongado en el tiempo.
Por lo que se refiere a las primeras, fuentes del Ministerio dijeron que tendrán un impacto directo de casi dos décimas y recordaron que las tarifas de telefonía móvil forman parte del IPC. A ello se suman las medidas de naturaleza estructural -aquellas que afectan a los mecanismos de formación de precios- y que tendrán una repercusión a la baja de algo más de una décima.
Advertencia de Rojo
Por su parte, el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, aseguró ayer que, si se utiliza la política monetaria de la UE para luchar contra el problema del empleo, "se provocará un crecimiento de la inflación". Según Rojo, en el caso de que la política monetaria emprenda movimientos de expansión para controlar el crecimiento del desempleo, "las autoridades que deben asumir este problema, que no son las económicas, considerarán que ya está resuelto, cuando deberían atacarlo fiscalmente y desde las estructuras del mercado". Rojo pronunció ayer una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas de A Coruña, titulada La política monetaria en la Unión Europea, en la que manifestó que esta política "debe defenderse continuamente de quienes tratan de cargarle con responsabilidades que no son suyas". El gobernador recordó que el Banco Central Europeo, en el que el Banco de España participa con el 8,9% de su capital, está centralizado en sus decisiones básicas y descentralizado en la ejecución de la política monetaria, que corresponde al Banco Central de cada estado de la Unión.
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