Unos 5.000 extranjeros se quedarán sin permiso para trabajar en la Comunidad
Cientos de emigrantes apuraban ayer sus últimas posibilidades para regularizar su situación legal en la Comunidad y solicitar un permiso de trabajo y residencia antes de que se cerrara el plazo. Son los más rezagados de los más de 8.000 ilegales que aspiran a una de las 3.119 plazas ofertadas para trabajar en la construcción, el campo, la hostelería o el servicio doméstico. La sede del Ministerio de Trabajo en Alicante abrió sus puertas durante toda la tarde para atender el alud de solicitudes presentadas.
Cada año, la oferta de plazas para extranjeros se muestra más incapaz de absorber el número creciente de inmigrantes que piden acogerse al contingente, la fórmula instituida hace cinco años por el Gobierno para regular el acceso al trabajo de los extranjeros que buscan un empleo en España. Las más de 8.500 solicitudes recogidas entre el 27 de enero y el 23 de abril en Castellón, Alicante y Valencia superan las 6.340 recogidas durante el plazo habilitado a lo largo del año pasado. El mayor número de peticiones corresponde a la provincia de Alicante, para la que el Gobierno ha aprobado 1.789 plazas. El jueves en las dependencias de la Dirección Provincial de Trabajo de esta ciudad se apilaban una suma de 3.900 peticiones, a las que hay que añadir las que presentaron los poseedores de los 1.000 números de cola que había reservados para ayer, según la Organización No Gubernamental (ONG) Alicante Acoge. De hecho, las dependencias administrativas de trabajo de la capital alicantina no cerraron sus puertas durante la tarde para atender la avalancha de solicitudes recibidas. En el extremo opuesto se encuentra la provincia de Castellón, que a fecha del jueves sumaba 1.173 solicitudes de permisos de trabajo y residencia para las 440 plazas ofertadas. Las 900 plazas para extranjeros que el Gobierno reservó para la provincia de Valencia también se han visto sobrepasadas por unas 2.500 solicitudes. Sin embargo, la Oficina de Extranjeros de Valencia ayer no sufrió las aglomeraciones de Alicante. El centro de Valencia, cuyo funcionamiento caótico denunciaron ONG y sindicatos en marzo -lo que costó el cargo a su anterior responsable, José Miguel Cervera- destinó ayer su treintena de empleados a atención al público para agilizar la recogida de solicitudes. Esta oficina, inaugurada coincidiendo con la apertura del plazo del contingente bajo el modelo de ventanilla única, se ideó para concentrar las dependencias de los ministerio de Interior y Trabajo relacionadas con la tramitación de permisos de trabajo y residencia. Sin embargo, a jucio de las ONG y sindicatos, los resultados no han sido los esperados. A pesar de que el personal de esta dependencia -no regulada legalmente- se ha visto reforzado desde la llegada de su nuevo responsable, Jorge Muñoz, continúan los retrasos en la tramitación de documentos.
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