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Propietarios y acreedores de Uribitarte alcanzan un acuerdo para su venta a una constructora vasca

Los dos propietarios del edificio bilbaíno de Uribitarte, Argentaria y Mapfre, y los acreedores han llegado a un principio de acuerdo para la venta del inmueble a una constructora vasca. Tras múltiples intentos en los últimos años y sucesivos anuncios frustrados de una componenda, esta vez parece haberse alcanzado la solución al ambicioso proyecto inmobiliario que fue a la quiebra hace ocho años con un agujero de más de 17.000 millones de pesetas. La quita para los acreedores será del 85% y el proyecto prevé construir viviendas y una plaza.

El visto bueno de los dos propietarios del edificio, que en los últimos años han rechazado los distintos proyectos consensuado con los acreedores, permite suponer que se resuelve ya el futuro de Uribitarte, un inmueble ubicado en el área de Abandoibarra, junto a la Ría y a apenas 500 metros del Museo Guggenheim. En septiembre pasado, también parecía haberse alcanzado un acuerdo con un grupo de constructores vizcaínos que establecía el pago de 3.800 millones: 1.700 para Argentaria, 800 para Mapfre y los 1.300 restantes se destinaría a los acreedores. Sin embargo, la operación no fraguó. Un directivo de Mapfre confirmó ayer la buena marcha de las negociaciones con el grupo Vizcaína de Edificaciones, que a primeros de año ya presentó un proyecto para la construcción de viviendas y locales comerciales. "Hay un principio de acuerdo con los dos propietarios y también con los acreedores", señaló y aventuró que la negociación quedará cerrada el próximo mes de mayo. Aunque no ha trascendido el desembolso económico para los propietarios, el acuerdo prevé una quita del 85% para los acreedores, que cobrarían así el 15% de su deuda, o sea cerca de 1.500 millones de pesetas. Las deudas de Uribitarte con un total de 58 acreedores superan los 10.000 millones y los más importantes son Dragados y Construcciones (1.903 millones), Crédito y Caución (1.619 millones) y Fianzas y Créditos (1.243 millones). Según las fuentes consultadas, Argentaria entraría además en el nuevo proyecto inmobiliario, pero con una mínima participación. El plan inmobiliario para Uribitarte se encuentra en fase de elaboración, después de que el propuesto hace dos meses por Vizcaína de Edificaciones no satisfaciera al Ayuntamiento de Bilbao. Uno de los arquitectos con los que se está trabajando es Rafael Moneo, quien ha diseñado el Kursaal de San Sebastián. La junta, para mayo En mayo se espera que se convoque la junta de acreedores, en la que éstos renunciarán a las numerosas acciones judiciales planteadas en el procedimiento de quiebra. Otro de los asuntos que se deberá resolver es la compra de Uribitarte 2, el edificio anexo que se derribaría para la creación de una plaza pública y que fue adquirido por los constructores vizcaínos de la oferta frustrada en el último otoño. Para que todo el proyecto cuaje es necesaria la recalificación de los terrenos por parte del Ayuntamiento bilbaíno, que debe cambiar el uso para oficinas y locales comerciales al que estaba destinado por el residencial. En febrero pasado, ante el escaso avance de las negociaciones con acreedores y propietarios, el pleno de Bilbao acordó la expropiación del inmueble. Esta decisión supone que sólo puede utilizarse durante los próximos dos años para el uso como oficinas y, transcurrido ese plazo, se convocaría una subasta pública. Sin embargo, el consistorio está abierto a cualquier fórmula que resuelva la parálisis en una zona que en tres años será el nuevo referente urbanístico de Bilbao. Un portavoz oficial del área municipal de Urbanismo señaló ayer que el expediente de expropiación se retiraría si en mayo existe un acuerdo definitiva para la venta. "Todavía se está a tiempo", aseguró esta fuente, que desconocía la existencia del principio de acuerdo. Las propiedades de Uribitarte, cuya quiebra fue la más importante de una constructora española e hizo perder miles de millones a aseguradoras y pequeños inversores, se reducen a dos plazas de garaje en el edificio y cerca de 250 millones de pesetas que conservan los administradores de la quiebra. La reanudación de las obras tiene la ventaja de que ya están construidas 720 plazas de garaje, que se podrían incrementar en otras 180 en el primer sótano. Esto supone que los trabajos de excavación y cimentación se encuentran acabados, lo que se traduce en ahorro de tiempo y dinero para el futuro proyecto.

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