El Fondo Monetario Internacional presiona a Europa para que reactive su economía
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se sumó ayer explícitamente a la tesis de que Europa, y en menor medida Japón debido a su grave crisis, deben crecer más para garantizar la estabilidad y el crecimiento de la economía mundial. El director gerente del FMI, Michel Camdessus, advirtió de que el principal motor actual de la economía mundial, Estados Unidos, soporta un déficit comercial "equivalente al 3,5% de su producto interior bruto (PIB) que representa un muy importante elemento de inestabilidad".
ENVIADO ESPECIAL
De esta forma, Camdessus se sumó a la tesis de los responsables estadounidenses de que su déficit comercial no puede seguir creciendo indefinidamente.El responsable del FMI recordó que en menos de tres años el déficit comercial de Estados Unidos, país que se ha convertido en el gran consumidor mundial, casi se ha doblado, pasando del 1,8% en 1996 al actual 3,5%, una cifra que sigue creciendo cada mes. Esta misma semana se ha conocido que el déficit comercial alcanzó en febrero una cifra récord de 19.400 millones de dólares (unos tres billones de pesetas), lo que ha acrecentado los alegatos proteccionistas de los sectores afectados por el crecimiento de las importaciones.
Según Camdessus, este desequilibrio "crea tensiones en el sistema y puede provocar repentinas sacudidas y dramáticas oscilaciones en las tasas de cambio de las principales monedas, así como tensiones proteccionistas".
Asimismo, recordó que Estados Unidos no puede seguir manteniendo su actual ritmo de crecimiento y "necesita un progresivo aterrizaje", lo que hace imprescindible que las economías europeas tomen el relevo.
Un mensaje que se suma al lanzado ayer por el economista jefe del FMI, Michael Mussa, quien advirtió al Banco Central Europeo (BCE) que no debería descartar nuevas reducciones de los tipos de interés oficiales, a la vista del escaso crecimiento que registran economías europeas tan significativas como Alemania e Italia.
El máximo responsable del FMI no desaprovechó la oportunidad que le brindaba este análisis para recordar que Europa tiene pendiente una profunda reforma del mercado laboral, una de las recetas preferidas de la institución, que atribuye a las "rigideces" parte del escaso crecimiento económico.
En cualquier caso, Camdessus compareció ante los medios de comunicación de todo el mundo mucho más relajado y con mejor humor que en la pasada reunión del FMI, en octubre último, momento culminante de la última crisis financiera, y cuando la institución era el centro de todas las críticas.
Como él mismo se encargó de recordar antes de responder a las preguntas de los medios de comunicación, "en octubre alertamos sobre el peligro de recesión; ahora el clima es mucho mejor".
El directivo francés del Fondo desgranó los progresos producidos y resaltó su opinión de que la recuperación de la economía latinoamericana está a la vuelta de la esquina y Japón ha progresado mucho durante los últimos meses.
Preocupación por Rusia
El motivo de preocupación ahora sigue siendo Rusia: "El mayor problema que debemos resolver", según palabras de Camdessus. Lanzó un mensaje optimista al señalar que los informes aportados tras la última visita de una delegación del FMI a ese país muestran signos positivos de progreso y apostó por el anuncio, en pocos días, de un acuerdo con el Gobierno ruso para reabrir la línea de crédito a ese país. Según el FMI, el principal objetivo de las negociaciones es conseguir que Rusia mantenga el diálogo con los acreedores extranjeros y se mantenga al corriente en el pago de su deuda externa.
Camdessus recordó las dificultades que atraviesa el mayor país de Europa, "no sólo porque es un año de recesión, sino también porque es un año de elecciones" en Rusia, lo que tiende a dificultar la adopción de decisiones impopulares.
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