EL ALCALDE NO ESTÁ EN EL CENSO

Al bueno de Pedro Cañada, líder del partido regionalista Extremadura Unida y alcalde de Calzadilla (Cáceres), las alegrías le duran poco. Estaba eufórico porque su pueblo (580 habitantes) aparentemente aumentaba de población. Sin ir más lejos, él mismo entregó como regalo, la pasada semana, nueve cerdos ibéricos a cinco familias que habían tenido un hijo y a otras cuatro parejas que se asentaron en el pueblo (véase EL PAÍS del pasado día 13). Al fin y al cabo, lo que este regidor local pretende es, sencillamente, detener la sangría migratoria de Calzadilla. Y vaya sofocón que se ha llevado al comprobar que él, que encabeza las listas de su partido para las próximas elecciones autonómicas y también para repetir mandato municipal, no figura en el censo. Como tampoco están otra veintena de paisanos. "Me han eliminado de mi propio pueblo", lamentó ayer Cañada, quien en época de UCD fue senador. "Le temen", soltó socarrón su correligionario Félix Rincón. Nadie duda de que Cañada recurrirá, votará finalmente y volverá a salir elegido para seguir dando un toque entre exótico y romántico a la Cámara regional. Porque, de verdad, el Parlamento no sería el mismo sin esa mirada entrañable, quijotesca y bonachona que emana del entrañable traje gris con el que se viste Pedro Cañada.- ,