La oposición denuncia que Zaplana frustró la Acadèmia por interés y actúa como un niño
El feliz panorama de la legislatura que presentó el lunes Eduardo Zaplana fue duramente contestado ayer por todos los grupos parlamentarios. El presidente de la Generalitat trasladó a las Cortes la responsabilidad sobre la falta de acuerdo en torno a la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua y a la reforma del Estatuto. Antonio Moreno, portavoz socialista, afirmó que Zaplana frustró la designación de los miembros de la AVL "por interés" y "engañó" a las Cortes al proponer el estudio de la reforma del Estatuto. Glòria Marcos, de Esquerra Unida, identificó al presidente con "un niño travieso" al lavarse las manos por la falta de acuerdo en ambas cuestiones.
El portavoz socialista llegó a una conclusión a partir de las declaraciones de Zaplana: "Si algo ha quedado claro es que la reforma del Estatuto fue un engaño más y un intento de distraer a la opinión pública" por parte del PP. Las modificaciones del Estatuto no prosperaron, según Moreno, porque el presidente "no tenía ni poder ni permiso de Madrid para acometer una modificación en profundidad que nos diera más capacidad de gestión y competencias". El portavoz socialista insistió en que Zaplana sólo ha demostrado "el sucursalismo y la dependencia" respecto del Gobierno central. Respecto a la composición de la AVL, Moreno recordó que la ley "es un logro de todos" y aseguró que "intereses partidistas particulares" del PP han impedido poner coto a "un conflicto artificial provocado por la derecha". El portavoz socialista atribuyó a "las presiones" de los asesores del presidente la decisión de mantener abiertos ambos conflictos para obtener una dudosa "rentabilidad electoral". Marcos, portavoz de Esquerra Unida, atribuyó a Zaplana un "comportamiento infantiloide" al "responsabilizar de sus fracasos personales" en torno a la composición de la AVL a la oposición parlamentaria o a la situación interna de otros partidos. Según Marcos, el presidente "intenta hacer de la necesidad virtud y proyecta cortinas de humo sobre las cuestiones que no le interesa hablar". La portavoz de la coalición de izquierdas identificó a Zaplana con "un niño al que pillan en un renuncio y dice: "yo no he sido". Marcos lamentó el escaso respeto del presidente hacia la primera institución de la Generalitat Valenciana que calificó como un "ataque a la vida democrática". Pasqual Mollà, también de EU, afirmó que Zaplana "no ha hecho ninguna propuesta sobre la composición de la Acadèmia ya que pretendía jugar a dos barajas" para contentar a todos. Sobre la paralización de la reforma del Estatuto, Mollà comentó que fue el propio Grupo Popular el que "boicoteó" los trabajos de la ponencia y se permitió un comentario irónico al respecto: "O el grupo parlamentario se le ha insurreccionado a Zaplana o el boicoteo ha sido del PP". Marcos apuntó que fue el propio José María Aznar, presidente del Gobierno, el que negó el visto bueno a la reforma del Estatuto. Fermín Artagoitia, portavoz de Unión Valenciana, abundó en el mismo sentido. Según el dirigente regionalista, la reforma del Estatuto no ha prosperado porque los populares carecen de un compromiso firme con al autogobierno de los valencianos. "Madrid sigue flotando sobre la cabeza de Zaplana y sigue imponiendo sus intereses a los ciudadanos de la Comunidad Valenciana", dijo. Artagoitia consideró "ridículo" que Zaplana traslade a las Cortes la responsabilidad de la falta de acuerdo en torno a la AVL: "Si hubiera querido ponerla en marcha habría apostado por la mayoría de la Cámara, que conformaban PP y UV".
