El PSOE insta a Aznar e Ibarretxe a que pacten la política penitenciaria

El PSOE aguarda la entrevista de hoy entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, con el deseo de que de ella "salga el principio de una política penitenciaria pactada", según Rosa Díez. "Todo lo que no sea eso será un fracaso", afirma la portavoz de los socialistas vascos, que, no obstante, mantiene, al igual que el candidato a la presidencia, José Borrell, un fuerte escepticismo sobre los resultados concretos de la reunión entre ambos dirigentes.

El Ejecutivo, según informaron ayer dirigentes socialistas al término de la reunión de la comisión permanente de su ejecutiva federal, ha pedido de manera oficiosa al PSOE que no insista en solicitar la celebración de un debate monográfico en el Congreso sobre el proceso de paz en Euskadi. Al tiempo, sin embargo, se ha comprometido a dedicar un apartado especial a este tema en el próximo debate sobre el estado de la Nación, que todavía no se ha convocado, del que saldría finalmente una resolución pactada.

La dirección socialista dedicó buena parte de su sesión a analizar la guerra en los Balcanes y la situación, considerada como "caótica" del transporte aéreo, así como al proceso de pacificación. Su impresión sobre todos estos asuntos es pesimista.

El candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, preguntará mañana al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, sobre el conflicto bélico en Yugoslavia. Hoy mismo el PSOE reprobará, a través de una moción parlamentaria, al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado.

Callejón sin salida

Ya por la noche también estará expectante ante lo que pueda dar de sí el nuevo encuentro entre Aznar e Ibarretxe. "Ibarretxe se halla en un callejón sin salida y no sabe cómo salir", dijo ayer Borrell, que espera, "aunque sin esperanza", que Aznar "enfoque bien el proceso de paz y abandone ya la política de conceder todo al PNV sin pedirle nada a cambio". El candidato confía en que el Ejecutivo diga claramente cuál es su opinión sobre el plan de Ibarretxe de "superar [el pacto de] Lizarra", firmado por los nacionalistas vascos e Izquierda Unida, y crear otro foro nuevo.

La cabeza de lista del PSOE al Parlamento de Estrasburgo, Rosa Díez, también portavoz de los socialistas vascos, manifestó ayer a este periódico que, "si de ella no sale un primer paso para un acuerdo sobre la política penitenciaria, la entrevista [de ambos dirigentes] habrá sido un fracaso".

Los socialistas discrepan radicalmente sobre la forma en que se trata a los etarras encarcelados. "Al PNV no le interesa de verdad hablar de la política penitenciaria porque prefiere que [esos reclusos] estén en la cárcel y hacer manifestaciones. Y a Aznar lo único que le interesa es la imagen y hacer una rueda de prensa cada vez que hay un traslado [de presos]", afirmó Rosa Díez.

Estas manifestaciones críticas quizá lo fueran menos si el Gobierno hubiera comunicado ya la fecha del debate del estado de la Nación. Como hicieron en la Mesa del Congreso de ayer, los socialistas insistirán en la Junta de Portavoces de hoy en arrancarle una fecha.

Primordial proceso de paz

Hay muchos asuntos que, como oposición, les interesa afrontar en ese acto anual, pero la situación del proceso de paz es el primordial. Con todo, los socialistas han estado en las últimas semanas más suaves al respecto tras conversaciones oficiosas con el Ejecutivo en las que éste les ha transmitido que el consenso entre ambos se pondrá de manifiesto en una resolución que saldrá del debate sobre el estado de la Nación. Así, con este compromiso, han dejado de pedir la celebración monográfica de un pleno sobre la tregua de ETA y sus consecuencias.

Sin embargo, el tiempo pasa y siguen sin saber la fecha del debate, por lo que ayer de nuevo se lanzaron a criticar al Gobierno y al PNV. "Queremos que Aznar e Ibarretxe hablen de la política penitenciaria y de la descoordinación entre las distintas policías", dijo Díez.

El propio Borrell reconoció que su grupo no ha provocado un debate sobre el País Vasco a través de una interpelación por deferencia a la petición del Gabinete de Aznar de que no lo hiciera.