Iberia suspendió ayer 45 vuelos para frenar el caos aeroportuario y su pérdida de imagen

El caos que se vive en los aeropuertos españoles ininterrumpidamente desde las vísperas de Semana Santa, con cancelaciones, suspensiones y retrasos masivos en los vuelos, tuvo ayer como principales protagonistas a Iberia y al aeropuerto madrileño de Barajas. La compañía, que efectúa aproximadamente el 50% de las operaciones en España, optó por suspender 45 vuelos programados para ayer (15 de ellos en Barajas), el 5% del total de sus servicios, en un intento desesperado de contribuir a reducir el colapso. Iberia reconoció que la grave situación de Barajas, con retrasos en el 84% de los vuelos, y de El Prat, en Barcelona, está dañando su imagen. "Hemos dado este paso porque nuestros clientes no se merecen lo que está ocurriendo en los aeropuertos. Pero la medida no servirá de nada si otras compañías no nos siguen", dijo un portavoz. El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, se reunió ayer con el presidente de Iberia, Xabier de Irala, para intentar buscar soluciones a la catastrófica situación. De Irala le pidió que obligue a todas las demás compañías a reducir vuelos y solucionar la situación actual: el número de operaciones aumenta pese a las restricciones de los espacios aéreos nacionales e internacionales. El ministro, que acepta ahora "acelerar" un acuerdo, negó que el problema esté en la capacidad de los aeródromos, aunque tampoco ofreció ninguna explicación suficiente del caos actual. "Este aeropuerto tiene capacidad sobrada, después de la inauguración de su tercera pista, de la torre de control y de los servicios informáticos, para 75 vuelos a la hora", afirmó el ministro. En la actualidad, añadió, sólo se ejecutan 64 operaciones cada 60 minutos, de modo que se puede "digerir" la demanda.

El sindicato de pilotos Sepla se mostró "harto" de la situación a la que se ha llegado en los aeropuertos y pidió a Arias-Salgado que adopte medidas urgentes. Un portavoz de este sindicato destacó que "no es una buena solución culparse unos a otros". "El último responsable del caos es el ministro. Tiene que poner orden, porque, de lo contrario, algún día va a ocurrir una desgracia y los pasajeros dejarán de ir al aeropuerto".

El gerente de la Asociación de Líneas Aéreas, Julio Fernández, auguró igualmente un "desastre absoluto" si continúan los problemas del tráfico aéreo y aduce que se necesitan "más controladores, más pilotos y que se acaben las restricciones de tráfico en Europa por el conflicto de los Balcanes".

El PSOE presentará hoy en el Congreso una moción para reprobar a Arias por su gestión "calamitosa". "Llevamos tres años en que los problemas cuando no son por una causa son por otra; unas veces, se pierden 15.000 maletas por errores informáticos, y otras disminuye el número de enlaces", resumió José Segura, portavoz de Infraestructuras.