LAS OVEJAS, LO PRIMERO
José Iranzo, el Pastor de Andorra, premio Aragón 1999, no tuvo conocimiento de que había obtenido el galardón más alto que concede el Gobierno de Aragón con motivo del patrón san Jorge hasta bien entrada la noche de ayer. Iranzo es pastor y ni el presidente de la comunidad, Santiago Lanzuela, ni los medios de comunicación lograron contactar con este hombre, nacido en la localidad de Andorra (Teruel) en 1915. El pastor estaba en el monte con las ovejas. Su mujer, Pascuala, repetía hasta la saciedad que no llevaba móvil. A Iranzo le dieron el premio, que fue avalado por el consejo de gobierno de la Diputación General de Aragón, un jurado en el que estaban José Luis Borau, premio el año pasado; María de Ávila; un ex rector de la universidad; un crítico literario, y un catedrático de pediatría. La voz del Pastor de Andorra es libre como su vida, canta alejado de esterotipos y afectaciones y, tras José Oto, está considerado el mejor jotero de la tierra. Nadie acertó en sus cábalas. Todos buscaban literatos, cineastas o lingüistas, pero el premiado estaba aquí con su rebaño en los montes. También las Cortes de Aragón concederán este año su medalla a Jesús María Alemany, director del Seminario de Investigación por la Paz. El Seminario y Alemany tienen ya galardones como el Memorial Juan XXIII o el Mensajeros de la Paz. Un premio que reconoce su labor a favor de la paz en tiempos de guerra.- ,
