La policía británica no tiene pistas de la autoría de la bomba de Brixton

Quice personas, incluido un bebé, seguían hospitalizadas anoche a consecuencia de la bomba que explotó en un barrio del sur de Londres la tarde del sábado. La policía, por su parte, recogía testimonios de las víctimas y revisaba las imágenes captadas por las cámaras de seguridad en los alrededores del lugar del atentado en un intento por esclarecer la identidad de los responsables. A última hora de ayer ninguna organización había reivindicado la acción y los inspectores de Scotland Yard mantenían abiertas numerosas líneas de investigación sobre los motivos y responsables de la explosión. Desde la noche anterior, los activistas del Ejército Republicano Irlandés (IRA) quedaron descartados como autores del atentado que dejó más de 40 heridos en la comunidad multiétnica de Brixton, al sur del río Támesis.

La bomba estalló en la zona comercial del barrio junto a un supermercado y a pocos pasos de los puestos ambulantes de verduras y frutas. En el momento de la explosión, a las 5.30 de la tarde hora local, la zona se encontraba abarratoda de gente. La bomba no tenía fuerza suficiente para destruir edificios pero, según la policía, estaba destinada a "matar y mutilar". Algunos informes preliminares apuntaban a un ataque en venganza a los bombardeos sobre Yugoslavía.