Piqué reclama a Pujol que dé cuenta de su gestión y deje de hablar de historia

VIENE DE LA PÁGINA 1 El dirigente de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, constató la coincidencia de los discursos de Aznar y Borrell y les recriminó que se aprovechen de "la ignorancia y la desinformación de los ciudadanos y, en lugar de explicar lo que es España y Europa, hablan de una vieja, rancia y desfigurada unidad de España". "Invocar el fantasma de Milosevic [presidente serbio] en la política española y levantar banderas de expulsiones de ciudadanos o segregaciones que no existen es de una gran irresponsabilidad histórica", afirmó Duran Lleida durante una visita a la localidad de Anglesola (Urgell). Duran coincidió con las afirmaciones de Esteve en el sentido de que el Partido Popular modifica su discurso según sus intereses electorales. El portavoz del Gobierno central, Josep Piqué, optó ayer en Barcelona por responder a las afirmaciones de Jordi Pujol respecto a que Cataluña había sufrido durante 250 años el nacionalismo excluyente español. Aunque el ministro coincidió con la opinión del presidente de la Generalitat -"la tesis de Pujol es históricamente defendible", dijo-, añadió que tras 20 años de Constitución y Estatuto de Autonomía es necesario resituar el debate político sobre Cataluña en un nivel más cercano a los ciudadanos. Es decir, discutir sobre la gestión de las competencias de que dispone Cataluña y que ha gestionado Convergència i Unió durante 19 años y dejar a un lado el pasado histórico. "Cuando Cataluña goza del nivel de autogobierno más amplio de su historia, con un presupuesto de más de dos billones de pesetas, lo importante es gestionar bien las competencias, y es aquí donde hay que situar el debate", dijo Piqué, alineándose así con las tesis defendidas repetidamente por sus correligionarios catalanes. Josep Piqué realizó estas declaraciones en Barcelona, en la final del Trofeo Conde de Godó de tenis, donde coincidió con el propio presidente de la Generalitat. La peste serbia Las declaraciones de Aznar y Borrell contra los nacionalismos despertaron también las iras de otros dirigentes catalanes, entre ellos el democristiano Josep Sánchez Llibre, y los independentistas Josep Huguet de Esquerra Republicana (ERC) y Pilar Rahola del Partit per la Independència (PI). El secretario de organización de UDC, Josep Sánchez Llibre, parafraseando el lema de una reciente campaña de las Joventuts Nacionalistes de Cataluña, rama juvenil de Convergència, declaró que Aznar y Borrell "son la cara y cruz de una misma moneda gastada y devaluada" ya que, en su opinión, "en vez de trabajar para España se dedican a crear un enemigo exterior sobre el que sacar provecho electoral". Sánchez Llibre alertó de la "peligrosa demagogia en la que han caído tanto Aznar como Borrell en este intento patético por ocultar su incapacidad para sumir sin complejos la realidad plurinacional de España". Quien más duro se mostró fue el vicesecretario general de ERC al considerar que José Borrell y José María Aznar se habían contaminado de "la peste serbia" cuando asimilan la defensa del autogobierno catalán y vasco al "nacionalismo excluyente". "Oír a Aznar bramar contra la exclusión lingüística es similar a escuchar a Milosevic hacer un discurso en contra de la limpieza étnica", afirmó Huguet en un comunicado y consideró que estas declaraciones son fruto del creciente nerviosismo de la clase dirigente española, "que concibe España como una gran Castilla donde no se toleran las diferencias culturales antropológicas". Tan sólo la candidata del PI al Ayuntamiento de Barcelona, Pilar Rahola, reclamó que las críticas contra los nacionalismos tuvieron efectos prácticos. Así, pidió al presidente de la Generalitat que Convergència i Unió retire su apoyo al Gobierno del Partido Popular. Rahola se preguntó hasta cuándo Aznar "deberá hacer y decir barbaridades para que Pujol le quite su apoyo".