48 heridos en un atentado con bomba en el sur de Londres

Al menos 48 personas, entre ellas dos policías, fueron atendidas ayer en tres hospitales de Londres de las heridas causadas por la explosión de una bomba casera a las 17.30, hora local (18.30, hora peninsular española) en un mercado al aire libre y frente a un supermercado, en una calle muy concurrida del barrio londinense de Brixton. No murió nadie pero hay dos heridos graves. Fuentes policiales creen que el atentado no fue obra de ningún grupo irlandés y que es posible que se trate de un acto de venganza.

Nadie reivindicó el atentado, que hirió de gravedad a un niño y a un hombre al que se le insertó un clavo del artefacto explosivo en la cabeza. El ministro del Interior, Jack Straw, lo calificó de "acto horrible de locura". El ministro expresó su "solidaridad con las víctimas, sus familias y los agentes de policía heridos". No hubo advertencias antes del estallido de que se había colocado una bombra, presuntamente, de fabricación casera. Tampoco nadie se responsabilizó después del atentado. "Fue como una onda sonora que hizo vibrar todo y entonces comenzó a salir una humareda junto al mercado, que estaba lleno de gente haciendo sus compras", relató un testigo. "Hay que estar loco para poner una bomba un sábado junto a un mercado", sollozaba una mujer. Otro testigo comentó que el artefacto se encontraba dentro de una bolsa de deportes de color azul situada entre mostradores del mercado callejero y que explosionó cuando un niño intentó moverla.

Humo y escombros

El fotógrafo David Trainer, que estaba en Brixton cuando la bomba hizo explosión, afirmó: "Vi humo y escombros. Había sangre por todas partes y un montón de gente sentada en el suelo con las manos en la cabeza". Brixton es un barrio de población inmigrante afrocaribeña situado en el sur de Londres y en una de cuyas principales calles comerciales se encuentra el conocido mercado de Brixton, lleno de productos exóticos, y el supermercado de productos congelados frente al que estalló la bomba. A la hora a la que hizo explosión el artefacto el mercado estaba en plena ebullición.

Lee Jasper, un activista británico en favor de los derechos de la población de color, que estaba ayer en el barrio londinense aseguró: "Brixton es, simbólicamente, la capital negra de Reino Unido. No descarto un móvil racial. Esta bomba artesanal estaba claramente destinada a dañar a la población local".