El ministro Piqué achaca a la "imprevisión" de los Gobiernos socialistas la situación del tráfico aéreo
El ministro Portavoz del Gobierno, Josep Piqué, responsabilizó ayer a los anteriores ejecutivos del caos que padece el tráfico aéreo español. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Piqué, dijo que la imprevisión de los gobiernos socialistas a la hora de prever el incremento de demanda y la ampliación del aeropuerto de Barajas estaba en el origen de la situación actual, sin hacer caer ninguna responsabilidad a la política al respecto de los tres años de gestión del PP. A la misma hora que Piqué hacía estas declaraciones, el Grupo Parlamentario Socialista anunciaba que ha presentado una moción en el Congreso en la que solicita la reprobación del ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, por su "incapacidad para solucionar el caos aéreo". El secretario de Comunicación del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció la reprobación al considerar que "el caos aéreo ha llegado a extremos insostenibles" y argumentó que esta fórmula es "parlamentariamente la forma correcta de pedirle al presidente del Gobierno que cese al ministro de Fomento".
Pérez Rubalcaba admitió el "carácter excepcional" de la medida, pero argumentó que "también es excepcional el caos en el que Arias Salgado tiene al sistema aeroportuario" y le reprochó que "haya logrado que los pasajeros duerman en los aviones y que el cien por cien de éstos salgan tarde".
El portavoz socialista denunció el "extraordinario deterioro" que ha sufrido ese servicio público "sin que el ministro haya sido capaz de entonar la más mínima autocrítica". Le reprochó "haber encontrado siempre una cabeza de turco, alguien a quien cesar para no asumir sus responsabilidades". "En la gestión aeroportuaria, Arias Salgado es un inútil total, con una dosis importante de caradura, al encontrar siempre a alguien responsable para no asumir su propia culpa de una horrorosa gestión", argumentó.
El dirigente socialista expresó su deseo de que la reprobación a Arias Salgado, que el Parlamento estudiará en su sesión del próximo martes, "salga adelante, para que antes del verano podamos librarnos de esta maldición que para los aeropuertos se llama Arias Salgado".
Pérez Rubalcaba explicó que el Parlamento no tiene capacidad para decidir dimisiones ni ceses, "pero puede haber una mayoría que repruebe al ministro porque su gestión es imposible de empeorar", aunque reconoció que la decisión que se adopte no tiene carácter vinculante para el Gobierno: "Esa decisión no es vinculante, pero la sensibilidad democrática del presidente del Gobierno debería llevarle al cese del ministro porque llega el verano y los aeropuertos españoles no lo van a poder resistir". Aunque en el Reglamento del Congreso no existe la posibilidad de provocar la destitución o dimisión de un miembro individual del Gobierno, en anteriores legislaturas la oposición ha planteado iniciativas destinadas a lograr que el Parlamento criticase más o menos formalmente la actitud de un ministro en concreto.
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